Desde este viernes se reparten cintas negras en la capital dominicana, como “calentamiento” para cumplir el próximo lunes con el llamado del movimiento “Toy jarto” de “no consumir gasolina”, en protesta ante los precios de los combustibles y el consecuente deterioro que produce esta situación en el resto de los sectores de la sociedad dominicana.
Durante su comparecencia en un programa televisivo, el secretario general del movimiento “Toy jarto”, Alvaro Caamaño, afirmó que jóvenes y miembros en general de esta organización, junto a otras del país, demostrarán al gobierno que no se puede seguir viviendo así.
De manera que una parte de la juventud dominicana llama a estar a la vanguardia de esta justa protesta, que se suma a las principales luchas llevadas a cabo durante lustros y que como se ha visto, sólo con alianzas colectivas y con este sector poblacional a la cabeza, pueden lograrse resultados y demostrar que el pueblo dominicano se erige ante lo que le afectan y daña, como se ha demostrado con la batalla por el 4% a la educación nacional.
Elizabeth Mateo, presidenta del Movimiento “Toy Jarto”, aboga por la empatía de la juventud dominicana y defiende la alternativa de no abandonar el país, sino estudiar y servir aquí, para que las futuras generaciones puedan tener un futuro mejor.
“Toy Jarto” apuesta por el cambio y llama a esta propuesta del próximo lunes lucir cintas negras y enarbolar el llamado a “no consumir combustibles”, no sólo en la zona metropolitana, sino a través de las redes sociales a todo lo largo y ancho del país, como críticas ante la ausencia de voluntades políticas para aliviar la difícil situación que afecta a República Dominicana.
Las campañas promovidas por “Toy jarto”, en cumplimiento de las leyes constitucionales y en contra de la corrupción han tomado fuerzas durante estos tres años que llevan de creados. Pero, unido al hecho de enfrentar la situación de los combustibles y “gritar fuerte” para ser escuchados, prevalece, tal y como afirman los jóvenes dirigentes, el propósito de crear conciencia en cada ciudadano, no sólo por no aceptar los incumplimientos por parte del Estado, sino, además, por participar individualmente en observancia de cada ley y el respeto que entraña cada paso por un futuro cierto y mejor.
