Santiago de Chile.- Unos cuarenta habitantes de Chaitén se resisten a abandonar sus viviendas pese a la reactivación del volcán homónimo, situado a unos 1.200 kilómetros al sur de Santiago, que ayer obligó a las autoridades a calificar la zona como de "alto peligro", informaron hoy fuentes oficiales.
El ministro del Interior en funciones, Patricio Rosende, criticó la "irracionalidad impresionante" de los pobladores que se niegan a evacuar la localidad, y anunció que el Gobierno está estudiando medidas legales para forzar su traslado a una zona segura.
"Si es necesario sacarlos por la fuerza ante una eventualidad de un evento mayor, no vamos a cejar en hacerlo", concluyó el subsecretario del Interior.
El volcán Chaitén reanudó ayer su actividad y registró dos explosiones, acompañadas de sismos, intenso ruido subterráneo y una columna de humo y cenizas.
El 2 de mayo de 2008, el Chaitén despertó de un letargo de casi 10.000 años y entró en actividad, lo que obligó a la evacuación total, y en algunos casos por la fuerza, de los vecinos que vivían en las faldas del volcán.
Los chaiteninos fueron trasladados a localidades cercanas, como Castro, Osorno y Puerto Montt, pero en las últimas semanas un grupo de 250 vecinos volvió a sus viviendas, pese a que éstas quedaron prácticamente destruidas por la lluvia de cenizas y por el agua y el lodo de un río cercano que se desbordó a causa de la erupción.
El Gobierno anunció el pasado 29 de enero que no invertiría dinero en la reconstrucción del pueblo porque lo trasladará a otra ubicación, medida que disgustó a una parte de los 4.000 pobladores, que incluso se manifestó ondeando banderas argentinas. EFE