Ventanas destruidas, paredes sucias y repletas de mensajes ordinarios, techos con filtraciones y basureros por doquier es el escenario que se observa al visitar las instalaciones donde funciona el Instituto de Señoritas Salome Ureña, en la Zona Colonial, del Distrito Nacional.
El centro educativo, fundado bajo inspiración de esa gran poetisa dominicana, está prácticamente abandonado y alejado de su esencia. Por momentos se hace imposible imaginar que por mucho tiempo ese plantel gozó de gran prestigio educativo.
El estado de descuido es preocupante, pues los estudiantes parecen estar acostumbrados a convivir entre salones de clases rodeado por escombros de árboles e inodoros inservibles tirados en lo que podrían ser áreas verdes.
Aunque el plantel cuenta con una amplia edificación de 24 aulas, área de gimnasio, laboratorio de ciencias, de informática, salón de multiusos, biblioteca y dispensario médico y un anexo de ocho aulas, canchas de baloncesto y voleibol, muchos de esos espacios están inhabilitados por su deterioro.
Tal es el caso del gimnasio, que no funciona desde hace más de una década y los pisos de madera están corroídos, así ocurre con el auditorio principal que presenta ciertos desperfectos, además, los laboratorios de informáticas y ciencias están inutilizados, debido a que no hay microscopios, ni reactivos y las computadoras no funcionan.
Sin embargo, la directora de la tanda vespertina, Minerva Espinal, aseguró que hace dos semanas empezaron la reconstrucción del inmueble, aunque algunos profesores se mostraron sorprendidos cuando el quipo de DominicanosHoy trató de confirmar la información.
No obstante, un conserje mostró satisfecho los baños a los cuales días antes de Semana Santa les instalaron agua, motivo de preocupación debido a que el mal olor llegaba hasta los salones de clases.
Se recuerda que el 3 de junio de 2008, DominicanosHoy realizó un reportaje sobre las condiciones de la escuela e informó que la Secretaría de Educación había dispuesto la suma de RD$6 millones 335 mil para la remodelación del instituto para iniciarse ocho meses después; reconstrucción que aún no se ha llevado a término.
Otro factor que se agrega a la interminable lista de necesidades es la carencia de un policía escolar, para evitar que personas no deseables se acerquen al centro educativo en la hora del recreo de la tanda matutina.
Según la propuesta de Salomé Ureña de Henríquez, en la mañana sólo aceptan alumnas, debido a que operan como Instituto de Señoritas, con una matrícula de 550 alumnas y 25 profesores, mientras que en la vespertina funciona el Liceo Mixto Manuel Rodríguez Objio con 499 estudiantes y 23 maestros.
Pese a que el centro educativo recibe alumnos en la tanda matutina y vespertina de sectores como Gualey, Capotillo, Guachupita, Las Cañitas, Villa Francisca, Villa Duarte, Villa Consuelo, entre otros, los enfrentamientos entre alumnos es mínimo, debido a que la política del plantel es: “El que pelea se va”.
Breve reseña
Al morir Salomé Ureña de Henríquez, esposa de Francisco Henríquez y Carvajal, por razones económicas desapareció la Escuela de Formación Normal. Sus alumnas, 37 años después, crearon el Instituto de Señoritas que lleva el nombre de esa grandiosa mujer dominicana.
En el Instituto estudiaron mujeres que en la actualidad desempeñan papeles importantes en la sociedad dominicana, entre ellas la ex vicepresidenta de la República, doctora Milagros Ortíz Bosch, e Ivelisse Prats de Pérez, destacadas dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Al parecer, el centro que sirvió de cuna para formar grandes personalidades del país, yace en el olvido de las autoridades educativas con promesas incumplidas a los directivos y personal docente, mientras que el estudiantado es el que sufre en carne propia las consecuencias de esa indiferencia.