El geólogo Osiris de León criticó el hecho de que la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) haya obviado la construcción de baños públicos en las estaciones del Metro de Santo Domingo, moderno servicio que costó tantos millones de pesos al pueblo.
Osiris entiende que la Opret debió prever la construcción de los baños públicos, para que cuando una persona a bordo del metro sienta un malestar intestinal, algo usual, pueda ir al sanitario en la estación siguiente.
El también precandidato presidencial del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) puso como ejemplo los autobuses llamados metros y los aviones de las diferentes líneas aéreas, que tienen baños y es no es por casualidad.
En cuanto a los malos olores que afectan la estación Pedro Livio Cedeño del Metro, frente al cementerio de la avenida Máximo Gómez, el geólogo llamó al Ayuntamiento del Distrito Nacional hacer su trabajo dentro y fuera del Campo Santo a los fines de corregir la situación.
La Opret no previó la construcción de baños públicos en las paradas del metro y las consecuencias de este descuido comienzan a sentirse en la estación Pedro Livio Cedeño, ubicada frente al cementerio de la avenida Máximo Gómez.
DominicanosHoy.com acudió este martes a esa estación del metro, motivado por las quejas de usuarios, en el sentido de que el “sumo de los muertos” del cementerio penetra a dicha parada y afecta a los pasajeros que esperan por ese moderno medio de transporte.
También se dijo a DominicanosHoy.com que el “sumo de los muertos” penetra al mismo vagón del metro cuando se detiene a montar los pasajeros que esperan en la estación Pedro Livio Cedeño, molestando de igual forma a quienes lo abordaron en paradas previas.
Pasajeros que con frecuencia utilizan el Metro de Santo Domingo alegan, incluso, que el mal olor por momentos es tan fuerte, que produce nauseas. Sin embargo, lo que periodistas encontraron fue un fuerte hedor a orine.
Usuarios consultados aseguran que el mal olor a orine que afecta la estación Pedro Livio Cedeño sale del cementerio de la avenida Máximo Gómez, pero al mismo tiempo se quejaron de la falta de baños públicos en las diferentes paradas del metro, obligando a muchos, en apuros, orinar en callejones cercanos.
Asimismo, pasajeros advirtieron que el cementerio de la avenida Máximo Gómez, dentro y fuera, es el sanitario de toda persona que en sus aceras espera por vehículos del transporte público y de los vendedores ambulantes, así como es dormitorio de vándalos, huele cemento y motel de travestis.
