Un breve análisis de la situación nos lleva a ciertas conclusiones y nos atrevemos a exponer a continuación, algunos argumentos que pueden justificar las inquietudes expresadas por algunos.
- Diferencia política tradicional entre republicanos y demócratas, exacerbada por el hecho que desde que asumió el poder el nuevo gobierno, los primeros quieren dejar claramente establecido que mantendrán su línea conservadora sin someterse a la mayoría demócrata por muy popular que sea el Presidente Obama.Es posible que adopten una posición más conservadora frente a los enfoques liberales y de corte social de los demócratas, bajo el liderazgo de nuevo presidente.
- También no hay que olvidar que el antagonismo de los republicanos en el congreso estadounidense es también una expresión de lo que se conoce en ingles como “check and balance” “verificación y equilibrio”, o sea la esencia y componente fundamental de las democracias. En otras palabras es la función intrínseca de la oposición manifestada con cuestionamientos y rechazos, creando en muchas ocasiones decisiones más acertadas producto de negociaciones.
- No cabe duda que el uso de los primeros fondos aprobados bajo la administración Bush, tal vez un poco irracional sin las debidas restricciones y correspondientes controles, ha provocado cierta cautela entre los propios republicanos.
- El elevado monto del paquete de estímulo, $787,000 millones en adición a los primeros $700,000 millones, da que pensar.
- Aunque uno de los objetivos primarios es la creación de empleos (3 millones) el paquete contiene componentes como apoyo a actividades científicas; la salud pública; educación y capacitación; energía alternativa y otros en áreas que los demócratas siempre han enfatizado.
- Algunos republicanos cuestionan la capacidad del plan para generar nuevos empleos en esos sectores, en particular a corto plazo para impulsar la reactivación económica, y consideran que los demócratas pueden aprovechar la ocasión para introducir gastos enprogramas sociales dentro del paquete sin que estos se discutan a fondo y evalúen,obstaculizando la oportunidad de oponerse y rechazarlos.
- El problema como yo lo veo, es que aún no se han anunciado los detalles específicos de la aplicación de esos recursos y los efectos anticipados o deseados a corto, mediano y largo plazo así como el costo total. Precisamente esa ambigüedad crea escepticismo y se refleja en los mercados de capitales, particularmente el sector más vulnerable que es el financiero.
- El Presidente Obama ha desarrollado una efectiva campaña de promoción del Plan, creando muchas esperanzas y grandes expectativas para obtener la confianza de las masas y los inversores, emulando su exitosa campaña política que tanto contribuyó a obtener la presidencia, Eso está bien y es entendible, pero el efecto es pasajero. La gente va querer ver mejorías tangibles muy pronto en muchas áreas, o cuando menos en las fundamentales.
- Mientras tanto las economías caen en picada; las monedas se devalúan y el oro ha sustituido al petróleo como inversión refugio para mantener el valor de los ahorros.Sin crédito en los bancos; las grandes empresas enfrentándose a grandes pérdidas y el precio de los productos primarios en el piso, los inversores son renuentes a invertir en acciones.
- La reducción en los impuestos sobre la renta, contemplada por el Plan de Estímulo y lo que es aún más costoso el subsidio de esos gravámenes, reduce y financia los ingresos del Estado en un momento en que su endeudamiento alcanza cifras astronómicas.
- Las tasas de interés son bajas en estos instantes, pero a medida que la economía mejore y surja el elemento inflacionario por el efecto de todos esos recursos masivos que se están inyectando en las economías (de naturaleza tan artificial como la burbuja que provocó la debacle) subirán aceleradamente las tasas de interés y por ende el costo de las deudas estatales, lo cual obligará a mayores endeudamientos y como resultado, la depreciación de las monedas de esos países con consecuencias no previstas en estos momentos.
Lo que estamos presenciando es una inyección masiva de recursos inexistentes bajo un esquema que no tiene precedentes, que se está implementando por la necesidad urgente de aliviar la situación. No creo que habido tiempo suficiente para hacer un estudio cuantitativo profundo de los posibles efectos y beneficios del uso de esos recursos.
Para mí, como banquero de profesión, en circunstancias normales y hasta difíciles, las decisiones sobre el dinero al igual que la salud, deben fundamentarse en la ponderación cuidadosa de los elementos de juicio necesarios para medir los riesgos y beneficios con la mayor precisión posible. Y es por eso que rehusaría financiar el Plan si me fuera presentado como una propuesta viable de rescate. En términos bancarios no se ha aplicado el “debido esmero” o “due diligence”.
Claro que estos son tiempos anormales y muy críticos, pero considero que bien se podía haber tomado un tiempo adicional de uno o dos meses, para haber completado los procedimientos y detalles de la aplicación de los programas. Estoy convencido que el sistema financiero apuntalado con los recursos ya desembolsados junto con las expectativas de apoyo adicional y su anticipado efecto en las economías, podría haber sostenido la situación sin causar daños irreversibles, aunque algunos sectores estén al borde de la quiebra.
También existe un elemento que no debemos obviar, y es que los políticos tienden a exagerar las cosas cuando desean introducir cambios y hasta buscan o aceleran las crisis, al igual que por el contrario a veces hacen creer y actúan como si no pasara nada. Aquello de “economía blindada”.
El asunto es muy complejo y tiene muchísimas vertientes. En estos momentos se toman algunas medidas que pueden parecer poco acertadas pero es probable que eventualmente se compruebe que causaron el efecto deseado. Sin embargo lo que más preocupa es que en vez de subsanar el problema, se esté corrigiendo los síntomas.
Por ejemplo se pone mucho énfasis en la necesidad de transparentar el uso de los recursos y se habla de la necesidad de introducir controles, pero no se comenta sobre las medidas que se deben adoptar para corregir definitivamente las deficiencias que ocasionaron esta debacle, incluyendo el castigo a los responsables
