SAN JUAN.- El lanzador cubano de los Nacionales de Washington, Livan Hernández, mantuvo una relación de amistad y de negocios con varios narcotraficantes de Puerto Rico, según relató este miércoles en sala Miguel Antonio Montes, el segundo testigo de la Fiscalía de los Estados Unidos en el caso por narcotráfico contra Ángel Manuel Ayala Vázquez, mejor conocido como Ángelo Millones.
"Ángelo, Chinito (Wilfredo ‘Chino’ Valencia) y Sammy Tostón fueron a Orlando a comprar los carros, el Lamborghini y el Porsche e iban a buscarlo a Miami a donde el pelotero Liván Hernández", señaló Montes, según publica en su edición cibernética el diario El Nuevo Día.
A preguntas de la fiscal federal Olga B. Castellón, Montes, quien actualmente está preso por narcotráfico y fue un presunto socio de Ayala Vázquez desde sus comienzos en el tráfico de drogas en los años noventa, aseguró también conocer al pelotero que actualmente juega con los Nacionales de Washington.
"Lo conozco porque él era bien amigo de Elías (Maldonado, un presunto capo que también era productor de espectáculos) y como yo me pasaba con Elías lo conocí y compartí con él (Liván) varias veces", destacó.
Montes añadió que recibó en Orlando a Ángelo Millones, luego que buscara en Miami el Lamborghini y el Porsche de Liván Hernández.
"Ángelo estaba guiando el Lamborghini, el Porsche lo guiaba Nino ("Brown" José Negrón Rivera) y la Cayenne la manejaba Wes, pero esa guagua era de Liván", detalló.
Durante su testimonio Montes puntualizó haber recibido sobre 400 kilos de cocaína en Orlando de parte de Ángelo Millones entre octubre a noviembre de 2006 y el contacto para esos envíos era Rafael Santiago Martínez, alias Pica, quien figura en el pliego acusatorio contra Ayala Vázquez.
Asimismo destacó que Ángelo Millones era el líder de la organización denominada El Combo de los Setenta o el Combo que No Se Deja y que la reconocida fiesta de navidad en el complejo residencial José Celso Barbosa de Bayamón, ciudad contigua a San Juan, era financiada con las ganancias que dejaban los puntos de droga.
"Una semana del mes todos los tiradores trabajaban de gratis para la fiesta de navidad. Yo empecé a hacer las fiestas con Ángelo en los 90. Los viejos, los de la vieja escuela la hacían y nosotros seguimos. Era una fiesta para compartir entre nosotros mismos, la gente de Barbosa", puntualizó.