¡Qué positivo resulta amanecer con programas que en verdad orienten y respondan a las necesidades informativas básicas de la sociedad! Es el caso de un programa matutino de hace algún tiempo, en el cual comparecieron Monseñor Jesús María de Js. Moya, Obispo Diócesis de San Francisco de Macorís y Alfredo de la Cruz, rector de la Universidad Nordestana.
El tema de las protestas que tienen lugar en el país salió a relucir y Monseñor Jesús María de Js. Moya aseguró que cuando se ve un pueblo inquieto y que proteste, ahí existen problemas cuyas respuestas no han llegado a tiempo o, sencillamente, no satisface su contenido.
Monseñor asegura que la iglesia no tiene nada contra nadie, sino a favor de la
verdad del pueblo y si las leyes marcan una continuidad en el cumplimiento de
los derechos nacionales, ¿por qué no se cumplen?, cuestiona el prelado, quien
llamó a una reflexión retrospectiva al rememorar que después de 500 años de
evangelización y civilización, no debe existir una Constitución que no se
cumpla, a través de sus leyes y derechos que asisten a dominicanos y
dominicanas.
¿Hasta cuándo vamos a seguir discutiendo y reformando la Constitución? ¿Dónde estamos?, cuestionó el Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, y con Dios, Patria y Libertad selló el concepto de esos baluartes sobre los cuales se erige la nación y ningún grupo político, ni iglesia, ni nadie, puede
violentar.
Por su parte, Alfredo de la Cruz, rector de la Universidad Nordestana,
considera que no sólo se trata de una educación, sino que esta sea de calidad.
En este sentido incitó a los estudiantes a la lectura y a visitar las
bibliotecas que, entre paréntesis, deben existir en los pueblos y por lo tanto, se subraya el concepto de que para educar hay que invertir y, por supuesto, alcanzar la calidad de esta demanda en la nación dominicana.