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Pobladores obligan a haitianos abandonar lugares

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Santiago.- Habitantes de la comunidad de la Jagua, al sur del municipio de Santiago conminaron la salida de su lugar de al menos 50 haitianos que vivían en una pensión cerca de una escuela, debido a los escándalos que provocaban.

Según dijeron pobladores del lugar con frecuencia los haitianos protagonizaban pleitos en horas del día y la noche que interrumpía la clase y no dejaban dormir a los vecinos.

Juan Rodríguez dijo que los haitianos vivían en una pensión que no tenía baño y que sus necesidades las hacían en un arroyo que pasa por el lugar.

Rodríguez significó que ellos hablaron con los haitianos y les pidieron que debían marcharse del lugar porque se estaban portando muy mal.

Sostuvo que los haitianos abandonaron el lugar con rumbo desconocido y la pensión fue cerrada.

 Esa misma actitud asumieron residentes del barrio la Lamparita del sector de Rafaey, que obligaron a 30 haitianos a irse de su lugar poque supuestamente no los dejaban dormir con los escándalos que provocaban en horas de la noche.

Julio Roríguez vecino del lugar y quien ofreció la información dijo que la pensión operaba en la calle 4 número 80 del referido sector, pero que tras la huida de los haitianos fue cerrada.

Rodríguez significó que después del 12 de enero llegaron a su comunidad cientos de haitianos indocumentados, los cuales viven en pensiones, casas abandonadas y casuchas que ellos mismos han levantado.

Reveló que los haitianos se pasaban toda la noche haciendo escándalo y que no dejaban dormir a los comunitarios.

“Sin ejercer violencia hablamos con ellos pacíficamente y le dijimos que tenían que irse a otro lugar que no los queríamos, en principios se opusieron, pero al ver que la comunidad estaba decidida se fueron”, indicó.

Según Rodríguez, no tienen nada en contra de los haitianos, porque al contrario conviven y comparten con los que se portan bien.

Conforme a Rodríguez, los haitianos amanecían jugando baraja y bingo y casi siempre terminaban peleándose y que eso no dejaba que los vecinos durmieran.

“Pero gracias a Dios que desde el martes cuando se fueron ya podemos dormir tranquilos”, indicó.

Hizo un llamado a las autoridades de Migración para que establezcan mayores niveles de control en ese y otros barrios vecinos.

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