En el solemne marco de la 65va. Sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebrada en la ciudad de New York, en la penúltima semana de septiembre de 2010, El Presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, dijo que su país no podrá alcanzar ciertas metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio por circunstancias imprevistas, tanto internas como externas, las que impactaron negativamente en la economía dominicana.
Dentro de esas circunstancias, el presidente Fernández destacó tres obstáculos que impiden al país poder conquistar algunos de los objetivos planteados, siendo el primero de ellos la crisis financiera interna, ocurrida en el año 2003, la cual, según Fernández, devaluó la moneda en más de un 100 por ciento, produjo una inflación que se disparó de manera preocupante, elevó la tasa de desempleo desde un 13% hasta un 19% y aumentó la pobreza.
Leonel Fernández dijo en esa misma Asamblea de la ONU que “al tiempo que hacíamos esfuerzos por superar la crisis financiera interna, fuimos afectados por alzas en los precios del petróleo y los alimentos, lo que nos obligó a desviar recursos que normalmente habrían estado disponibles para el cumplimiento de las Metas del Milenio”.
El segundo factor negativo citado como excusa por el Presidente Fernández para no poder cumplir ciertas Metas de los Objetivos del Milenio fue la crisis financiera global, desatada en Estados Unidos, queriendo decir que los factores que producen gripe en los grandes, producen neumonía en los chiquitos.
El tercer factor citado por Leonel fue el hecho de que la República Dominicana está en la ruta de los fenómenos naturales que, con frecuencia e intensidad, generan desastres a las poblaciones más vulnerables, como resultado del cambio climático. Los indígenas de la isla conocían los huracanes antes de 1492.
Leonel terminó diciendo que “no ha sido falta de voluntad política, como tampoco de planificación o de responsabilidad, lo que determinará que la República Dominicana no pueda lograr algunas de las Metas del Milenio, como se había previsto para 2015”.
Este discurso pronunciado en la ONU por Leonel Fernández, en fecha 21 de septiembre de 2010, mostraba al presidente de un país muy pobre, extremadamente pobre, afectado por una profunda crisis financiera, por incremento en los precios del petróleo y por los fenómenos naturales, y quienes le escucharon sabían que hablaba un presidente que necesitaba la urgente ayuda internacional y la caridad pública.
Cinco meses más tarde, el 27 de febrero de 2011, al hablar ante la Asamblea Nacional Dominicana, el presidente Fernández dijo que “la República Dominicana, junto a Bolivia, alcanzó la más alta tasa de crecimiento en América Latina el año pasado, con un 3.5%”.
También dijo que “a pesar de ser una tasa de crecimiento por debajo de los niveles históricos acostumbrados en nuestro país, debemos sentirnos más que satisfechos de que en medio de las turbulencias de la crisis financiera global, la República Dominicana terminase equiparada el año pasado con el mayor índice de crecimiento económico de toda América Latina”.
Leonel añadió que “las reservas brutas internacionales del Banco Central alcanzaron en el 2009, 3 mil 307 millones de dólares y la reservas internacionales netas, 2 mil 852 millones de dólares” y que: “Nunca antes en la historia nacional habíamos alcanzado tales niveles de reservas internacionales. Nunca había habido en el Banco Central tantos recursos disponibles en moneda extranjera; y lo más paradójico y extraordinario del caso es que lo hemos logrado en medio de la más profunda crisis mundial de los últimos años”.
Está claro que ante la Asamblea Nacional ha hablado el presidente de un país rico, muy rico.
Este nuevo discurso demuestra que en apenas 5 meses hemos pasado de ser un país extremadamente pobre que no podía cumplir ciertas Metas de los Objetivos del Milenio, a un país extremadamente rico que ahora puede compartir sus riquezas con los países pobres latinoamericanos.
Pero también podría tratarse de que el Leonel que habló en la 65va. Sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en septiembre de 2010, sea el presidente de un país pobre, y que el Leonel que habló el 27 de febrero de 2011 ante la Asamblea Nacional sea el presidente de un país muy rico. Según sus propias palabras, recogidas íntegramente, Leonel gobierna en dos países muy diferentes.
Ojalá y que los 4 millones de dominicanos pobres que viven en el país pobre descrito en la ONU por Leonel puedan mudarse a vivir en el país rico que Leonel acaba de describir ante la Asamblea Nacional, donde no hay un solo alcantarillado sanitario funcional, pero hay un disfuncional Metro que hasta ahora nos ha costado más de 2,000 millones de dólares y en el cual “E’ palante que vamos”.