MPD se autocritica por no participación electoral

El Movimiento Popular Dominicano (MPD) al conmemorar su 55 aniversario en un acto con la asistencia de cientos de militantes y simpatizantes de esa organización se autocriticó por no haber realidad a tiempo la política de participación electoral a pesar de haber sido aprobada en 1995 y que junto a otras organizaciones trabajan en la formación de un Frente Amplio para luchar por el poder político en la República Dominicana.

El profesor Higinio Báez Ureña, en el discurso central del acto celebrado en el Salón Manuel del Cabral de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde estuvieron presentes dirigentes de otras organizaciones de izquierda dijo que luego de la salida pública hubo de esperarse 12 años para poder tomar la decisión de la participación electoral, una decisión cargada de tensiones, ya que el peso del pasado es un fardo de plomo sobre los hombros de la audacia.

Manifestó que en 1995 esa organización rompió el silencio público de más de tres décadas y eligió un vocero nacional y tres voceros regionales. Destruíamos así, la anacrónica e injustificable clandestinidad, más para el pueblo que para los órganos represivos.

Expresó que el 24 de septiembre del 2007, superando una viejísima tradición que lo había metido en debate por más de 15 años, decidieron participar en la disputa de espacio de poder a través de las vías institucionales.

“Tomamos esa decisión porque el acumulado de nuestra lucha social iba a parar a manos de nuestros enemigos. Porque todas las batallas reivindicativas que servían para desgastar los gobiernos de turnos al final entregaban en las urnas el castigo al partido gobernante reeligiendo en otra opción, enmascarada, la pobreza de siempre, la opresión de siempre, la sumisión de siempre”, sostuvo.

Reveló que tomaron esa postura cansados de poner nuestro heroismo y martirio, pesar y dolores en la bandeja ensangrentada de la derecha que se servía de estos para su propio recambio electoral.

El vocero del MPD expresó que cada cuatro años, con el afán de nuestras hazañas se reciclaban los mismos contra los que luchaban, pero que en algo más de tres años, sus camaradas han podido sentar las bases de una nueva subjetividad, de una nueva conciencia, la conciencia del poder.

“La certeza de que cada iniciativa de lucha tiene un horizonte: el poder, pero aplicar esa política costó un pequeño desprendimiento, un paso táctico fue el pretexto”, expresó.

“El apego a lo viejo, a la tradición de los sesenta, intentó, en vano, boicotear nuestra decisión de profundizar la unidad revolucionaria en una perspectiva de fusión, en proceso, con las fuerzas políticas que al calor del devenir histórico, desarrolláramos mayores coincidencias”, afirmó Báez Ureña.

“Esto lo alertamos en el VI congreso de nuestra organización en febrero del 2010. Dijimos Nuestra principal confrontación respecto al poder, hoy, es con nosotros mismos y como confrontación puede explicar parte de las dificultades por las que atravesamos para implementar una política de consenso”, reveló.

El vocero nacional del MPD dijo en el acto donde estuvieron Manuel Salazar, del Partido Comunista del Trabajo, Virtudes Alvarez, del Miuca, Arsenio Hernández, de la Fuerza de la Revolución, que esa era políticas nuevas para nosotros que siempre mantuvieron en tensión dos viejas posiciones al interior del partido.

“En nuestra gloriosa Organización, en los últimos años, la historia ha pautado un ritmo muy lento a todo cambio, a todo paso táctico, a todo intento de avance por caminos nunca recorridos, tal vez porque veíamos cerca la ruptura crítica, el enfrentamiento antagónico con las fuerzas oligárquicas pro imperialistas, o porque creíamos, falsamente, que la crisis recurrentes del capitalismo eran suficientes por sí mismas para su derrumbe, o por el miedo a errar, a equivocarnos, a dar preeminencia a la táctica en desmedro de la estrategia”, precisó el vocero del MPD.

Destacó que la táctica Hilda Gautreaux es parte de esa porfía desvalanceada en que prácticamente se apostó todo a la táctica, de ahí que ya en el exilio, una vez fracasado el Golpe de Estado, reflexionando, El Moreno repensó, no sin razón, que la posibilidad de la revolución democrático popular implicaba la destrucción de los ejército oligárquico neo coloniales.

Dijo que para aquel momento, era impensable concebir que desde el mismo ejército, y estimulado por el empuje de las luchas del pueblo, fuera posible armar fuerzas conspirativas capaces de enfrentarse con las oligarquías criollas o que desde las propias formas políticas del dominio burgués emergieran vías para profundizar la crítica contra si misma y posibilitar mejorar su contenido.

Manifestó que pensar que fueron necesarios más de 18 años de debates para que el MPD pudiera aprobar la participación en las contiendas electorales, y que, incluso, decidida esta línea haya tanto forcejeo para su aplicación, nos dice cuan duro ha sido romper esa tradición, desprenderse de cierto dogmatismo y poner la ideología no sólo al servicio de la lucha ideológica, sino en la perspectiva del poder para abrirse pasos por nuevas vías, aunque ellas conlleven riesgos; a una política por el pugilato del control del Estado para superar, desde éste, la precaria “ democracia” que nos desgobierna.

1982- 2002: 20 años.

Dijo que en el MPD desde su primer congreso (1982) hasta su IV (2002), una práxis política inversa a la Hilda Gautreaux. Se había apostado todo a la estrategia en menoscabo de la táctica.

“Estábamos acicateados, es cierto, por los procesos centroamericanos. Por la revolución sandinista, por la heroica e inigualable lucha de EL Salvador, por la resistencia guatemalteca, por las FARC de Colombia. Pero si nuestra estrategia era la revolución democrático popular, por qué no nos preparamos en la mística del trabajo estratégico que pone como sujetos de primer orde a los obreros y campesinos con una vanguardia unitaria, diversa, compartida, al frente, y como vía la lucha social combinada con la palabra armada”.?

Indicó que una de dos, la estrategia era el manto de un solapado conformismo, o nuestra táctica no respondía a los requerimientos de esa estrategia. El futuro juzgará, a posteriori, la responsabilidad de la conducción del partido en esa dos décadas. Por ahora, son discutibles interrogantes.

Expresó que a partir del IV Congreso, la Táctica Osvaldo Torres puso en tensión las posiciones divergentes, dinamizó la creatividad y las iniciativas y decidimos transitar las vías de acceso al poder aun fuera como cuotas de poder local.

Dijo que postularon la pertinencia de construcción de un gran movimiento político social, definimos el carácter y el perfil que debía asumir la nación a partir de un cambio democrático profundo, propusimos un programa para ello y reflexionamos sobre las vías que permitieran.

“En los seis años de vigencia del congreso ( 2002- 2008) creció como nunca el alcance y el prestigio de nuestra colateral de masas y emergió como su vocero fundamental el camarada Fidel Santana. Pero, además, la juventud le pasó cuenta a la tradición petrificada”, precisó.

“En Febrero del 2007 se hizo una propuesta al país para la construcción unitaria del Movimiento Político Social, pero a partir del V congreso en diciembre del 2008, dimos un giro distinto. Aunando voluntades diversas, y por mandato del propio congreso, fuimos dando forma a una unidad coyuntural con el encargo de profundizarla en amplitud”, dijo.

Reveló que al calor del desprendimiento, del sentido de complementariedad, del apoyo recíproco, de la solidaridad, del respeto a los liderazgos ganados, de la transparencia, han ido soldando vínculos profundos, promisorios.

Destacó que del proceso electoral pasado salieron más comprometidos, más unidos, más confiados, más hermanados, es decir más fortalecidos. Con una mayor cuota de poder y con más voluntad de poder, con la voluntad de ser gobierno en un futuro no muy distante.

Manifestó que organizaciones como el PC-ML y el proyecto Pro- construcción del Partido Socialistas, que antes eran parte de la Unidad del Pueblo compartieron la propuesta electoral y comparten hoy la política de la Coalición.

Explicó que se bautizaron con un acta de nacimiento electoral y en menos de dos años crecieron tanto, políticamente, que hoy reclaman una identidad estratégica, con una sola coordinación de los trabajadores, de los estudiantes, de las mujeres, de los campesinos, de los pobladores, de los profesionales, en fin del gran abanico de las fuerzas motrices del cambio social.

“Nuestra capacidad de renuncia en favor del proyecto del cambio no tiene precedentes. Miuca Acción por Cambio, como decía el Sub comandante Marcos, nació con vocación suicida. Hoy, creo que podemos decirlo, ese proyecto y esa boleta ha decidido disolverse, en aras de la construcción de un gran instrumento de redención social. Qué más se nos puede exigir”.

Dijo que a ese instrumento que el pueblo espera, el MPD le llamamos el Frente Amplio, en el que decidirán el futuro de la nación, por la que entregarán todas las energías, con el que irán donde manden sus conductores.

Sin embargo, dijo que éste no es un Frente Electoral con acta de defunción el 16 de mayo del 2012, Es un Frente de alcance estratégico que nace para levantar las reivindicaciones que la lucha social exige, que los distintos sectores demandan, que el pueblo, y los sectores productivos más amenazados por el modelo reclaman.

Aseguró que es una propuesta integral de poder que resume los instrumentos y vías para alcanzarlo, hoy es la lucha social, y siempre lo será, pero es también creación de estructuras del Frente, elección de figuras del Frente, formular el programa del Frente y batallar, sin ocio, por el poder del pueblo a través del Frente.

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