Es innegable que la violencia y la delincuencia arropan a la sociedad. No pasa un día sin que se conozca un atraco, un asalto o un crimen.
Partiendo de esa realidad, el senador Reinaldo Pared Pérez, presidente del Senado de la República y de la Asamblea Nacional, hizo un llamado a la sociedad a oponerse a esta espiral que amenaza la seguridad y la paz.
El senador Pared Pérez fue categórico afirmando que “si la sociedad no se pone a una, incluyendo autoridades, la sociedad civil y la sociedad en sentido general, la delincuencia se incrementará, cosa que lamentaremos todos”.
Tiene mucha razón el legislador y Secretario General del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La jornada que propone Pared Pérez tiene que recibir el respaldo de los sectores sensatos que aman la paz y el progreso. Se debe pasar del llamado a la acción y que cada senador en la provincia que representa coordine actividades de educación, orientación y prevención de la delincuencia generada por una serie de factores que van desde la falta de trabajo, alimentos, educación, salud, el consumo de drogas narcóticas y el microtráfico.
El 14 de septiembre del 2008, en un reportaje que escribí para la sección Semanal de El Nacional de Ahora resalté que el crack, llamado la droga de los pobres, una porción tenía el valor de 80 pesos y que un joven me confesó que para sentirse bien necesitaba consumir diariamente diez piedras como se conoce popularmente. Tras llamar la atención de que los efectos del crack pasan rápido, para costearse el vicio al mes se tendría que contar con la suma de 24 mil pesos.
Dialogando con otro adicto al crack, éste me dijo: “yo quiero dejar este vicio, esto es un infierno, es una desgracia. Yo era una persona normal, estudiaba y vivía bien en mi casa. Ahora estoy en la calle, atrapado en el vicio, y tengo que hacer de todo para mantenerlo. Salgo a buscar dinero como sea porque no hay de otra, tengo que producir dinero robando, atracando y matando”.
Este testimonio pone al descubierto el principal factor del incremento de la delincuencia, consumo de drogas y el microtráfico.
Recientemente, la Dirección Central Anti-narcóticos de la policía, que dirige el general Nelson Rosario, en coordinación a la unidad Los Topos, del Programa Barrio Seguro que comanda el coronel Daniel Ramos Álvarez apresaron a un niño de 10 años de edad con 177 porciones de marihuana. Al conversar con los oficiales y el fiscal adjunto, este menor, que debería estar en su casa custodiado y protegido por sus padres, asistiendo a la escuela, jugando y divirtiéndose con sus amiguitos, identificó a uno llamado John o El Flaco que lo envió a la calle 31, frente a la repostería La Bendición, de La Cañita a entregar esa cantidad de droga.
Urge entonces motorizar un gran movimiento para combatir la delincuencia e impedir que nuestros niños sean usados para transportar, y vender drogas. Eso es inaceptable.
Unámonos todos, como lo plantea el senador Pared Pérez contra la delincuencia, el micròtrafico y el crimen.
Los buenos somos más.