Monseñor Nouel.- La Biblioteca municipal de Bonao comenzó a construirse durante el primer gobierno del presidente Leonel Fernández y hasta la fecha no ha sido abierta al público, debido a que el presupuesto que se le asignó fue agotado cuando faltaba sólo un 20% para su conclusión.
Han transcurrido 15 años desde el inicio de dicha edificación, pero ninguno de los diferentes gobiernos que han dirigido los destinos de la nación se han preocupado por terminar esta importante instalación que, sin lugar a dudas, será un instrumento de desarrollo para el sistema educativo de esa provincia y el resto del país.
El presidente de la Federación de Padres y Madres de las Escuelas en el municipio de Bonao, don Antonio Paulino, recordó que han pasado casi tres gestiones presidenciales del actual mandatario y una del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), encabezada por el ex presidente Hipólito Mejía y ninguno se ha dignado a terminar la instalación.
La biblioteca ha pasado por las manos de varias personas, como los ingenieros Junior Rosario, Jimmy de la Cruz y en la actualidad la obra está bajo la responsabilidad de Salvador Gómez Gil y una arquitecta que no fue identificada.
Se estima que este centro facilitaría las labores del 95% del estudiantado en Bonao, que debe acudir a un pequeño espacio habilitado por una escuela pública para consultar sus tareas.
Dentro de las demandas y protestas sociales que se han generado en ese municipio, la terminación de la biblioteca pública ha sido uno de los reclamos más fervientes de la población. DominicanosHoy supo, además, que el director de la Biblioteca Nacional, a pesar de ser hijo de Bonao y tener pleno conocimiento de la situación no ha hecho nada para que se termine el vía crucis que por más de una década y media sufren los habitantes de esta ciudad.
En el lugar donde se construye la biblioteca pública de Bonao se encontraba la instalación histórica de la radio La Voz del Yuna y a pesar de los reclamos para que el Estado rescate ese patrimonio nacional, las autoridades hicieron caso omiso a la propuesta. Encima, la ausencia de algunas ventanas facilita el acceso al interior de antisociales y otros individuos que sostienen allí relaciones sexuales, consumen sustancias prohibidas y cometen fechorías.
Los ingenieros que tienen la responsabilidad de la obra contrataron vigilantes para garantizar su seguridad, pero a estos custodios se les adeuda casi tres años de salarios (alrededor de 240 mil pesos a cada uno, sin contar los sueldos de navidad). Por lo tanto, sigue pospuesta, sin visibles soluciones, la existencia de la biblioteca pública de Bonao, instalación de tres niveles, con un auditórium que tendría capacidad para cien personas y un sótano destinado a depósito de materiales.
A la obra únicamente le faltan los plafones, que fueron retirados por la ferretería donde se adquirieron por falta de pago, los pasamanos de la escaleras, iluminación y acondicionamiento.