El dominicano Joan Guzmán, quien noqueó a Jason Davis en diciembre y luego dio positivo por el diurético furosemida, reconoció que había usado la sustancia prohibida en una audiencia ante la Comisión Atlética de Nevada y fue multado y suspendido, según el director ejecutivo Keith Kizer.
Guzmán, ex campeón de peso pluma junior y peso ligero junior, fue sancionado con una multa de 3,750 dólares — el 25 por ciento de su cartera de 15,000 dólares — y suspendido durante ocho meses a partir de la fecha de la pelea.
El resultado del combate de peso welter, que Guzmán había ganado por nocaut en el segundo asalto, fue cambiado a "sin decisión".
Guzmán, de 34 años, quien ha sido liberado de su contrato promocional con Golden Boy, peleó contra Davis el 11 de diciembre en el Mandalay Bay de Las Vegas en la cartelera no televisada de la defensa del campeón de peso welter junior Amir Khan contra Marcos Maidana.
En el pesaje el día anterior a la pelea, Guzmán pesó 144 libras para un combate acordado en 141. Kizer dijo que Guzmán reconoció ante la comisión en la audiencia de la semana pasada que había tomado la sustancia prohibida para bajar de peso y no lo mencionó "a propósito" en el cuestionario médico previo al combate y no le dijo a nadie de su campamento que lo estaba tomando.
Guzmán tiene una larga historia de problemas para alcanzar el peso acordado en sus peleas. Los diuréticos a menudo se utilizan para ayudar a perder peso. Ésta fue la segunda pelea consecutiva, y al menos la tercera vez en su carrera, que Guzmán no logró llegar al peso fijado.
El pasado mes de marzo, Guzmán, nativo de República Dominicana basado en Nueva York, debía pesar un máximo de 135 para desafiar a Ali Funeka por un cinturón vacante de peso ligero. Pero llegó con nueve libras de sobrepeso. El combate igualmente se llevó a cabo y Guzmán (30-0-1, 17 KOs) ganó una decisión dividida, pero el título quedó vacante.
En septiembre del 2008, Guzmán tampoco cumplió con el peso en una pelea programada para encabezar una velada de Showtime. Se suponía que debía desafiar al entonces campeón ligero Nate Campbell, pero Guzmán estaba pasado de peso. Campbell estaba dispuesto a combatir en una pelea no titular, pero Guzmán se negó y el combate fue cancelado.
Esto causó que Campbell se perdiera una cartera de $300.000 que necesitaba desesperadamente, forzándolo a declararse en quiebra unas semanas más tarde.
