El Decreto 233/96, declaró Las Dunas como “área natural protegida” más de 14 años después esa gran batalla que las salvaron de una despiadada explotación irracional.
Tanto la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales 64/00, como la Ley Sectorial de Áreas Protegidas 202/04, ratifican esa condición de espacio natural protegido bajo la denominación de “Monumento Natural Dunas de las Calderas”, límites que abarcan prácticamente la “flecha” entera desde Matanzas hasta Punta Salinas.
De manera irresponsable, en el año 2000, el Ministerio de Turismo (F.Jiménez) arrendó (?) el lugar por 20 años, a un ciudadano de Baní, Sr. Franklin Díaz Reyes. (No se sabe por cuánto, ni se sabe lo que dijo en ese momento Medio Ambiente).
Algunos años después, en 2007, el Ayuntamiento de Baní intentó arrendar 55 mil metros cuadrados de esas dunas a una empresa de capital mixto, dominicano y extranjero, para levantar un complejo hotelero dentro de ese Monumento Natural y vendió otros 35.000 metros cuadrados por unos 4 millones de dólares. El Gobierno anuló esa transacción. No sabemos si producto de ese arrendamiento y/o venta se levantaron las pequeñas casetas de madera y cana que existen hoy en Punta Salinas.
Están en total abandono, el lugar es un desperdicio, no brinda ningún servicio ni beneficios para la población pesquera de Salinas, hay un puesto de la Marina de Guerra que cohabita con ruinas de una construcción, presumimos que son las de un hotel que el señor F. Díaz quería construir.
Resulta que este señor, arrendatario o dueño por 20 años de ese lugar, en un anuncio nacional “busca un socio traspasando los derechos por US $ 650.000 pero, en otro anuncio internacional “busca en Costa Rica un socio por US$750.000”.
¿Venta de Punta Salina, área protegida o arrendamiento? Hay que transparentar y aclarar a la ciudadanía y a Salinas en particular que debe beneficiarse del turismo de la zona.
¿Quién vendió esa área protegida? De efectuarse la operación, sin duda alguna se privatizaría el acceso a Punta Caballera, hecho corriente ya en el país, pero, además, se construiría el hotel en la punta de la “flecha”, una formación geomorfológica muy frágil, donde no se debe construir nada, sólo admirar y disfrutar la belleza del lugar.
¡Banilejos, a recuperar su “flecha” y su Punta!