El ruido es la variable ambiental que "mayor" relación guarda con el incremento de las urgencias hospitalarias. En concreto, y según ha puesto de manifiesto el presidente de la Plataforma Estatal Contra el Ruido (PEACRAM), Ignacio Sáenz de Cosculluela, en la presentación de la III ‘Campaña por la Salud Acústica’ de Pikolin, "cada decibelio que sobrepasa los niveles de una conversación normal (60 decibelios) aumenta un 5,3 por ciento las urgencias hospitalarias".
En la calidad del sueño "influyen" cuatro factores: el ambiente sonoro, la duración del sueño en todas sus fases, el ambiente de la estancia y la comodidad y relajación con la que el sujeto se acuesta. Dormir se "asemeja" a los peldaños de una escalera. Primero se encuentra el sueño superficial, después el sueño profundo y al final se alcanza la fase REM. "Si no se llega al sueño profundo y a la fase REM no se descansa", asegura el director de la Clínica del Sueño del USP Institut Dexeus de Barcelona, Eduard Estivil.
"El sueño -prosigue el experto- es como una fábrica donde reparamos lo que hemos gastado durante el día y memorizamos lo aprendido". Ante la presencia de ruido observamos "microdespertares", que "impiden" al sujeto entrar en un sueño profundo. "No le despierta, no los recuerda al día siguiente, pero es suficiente para que no se sienta descansado", explica Estivil.
Por ello y con la finalidad de concienciar a la sociedad y dotar de evidencia a la comunidad científica, Pikolin ha puesto en marcha la tercera ‘Campaña por la Salud Acústica’, que consistirá en "analizar" el impacto del ruido ambiental sobre la calidad del sueño. Para ello, el doctor Estivil y su equipo sacarán a la calle una unidad del sueño en la que un voluntario dormirá entre el 25 y el 31 de enero. Los especialistas le monitorizarán mientras duerme y le someterán a cinco ‘test’, que evaluarán su estado anímico, de ansiedad y memoria, entre otros factores.
Los datos, que serán presentados el 1 de febrero, pondrán de manifiesto los "efectos negativos" de la exposición al ruido ambiental. Según los estudios elaborados hasta la fecha, no descansar bien provoca malestar, estrés, trastornos del sueño, falta de concentración en el trabajo, fatiga, retraso escolar o dificultad en la convivencia, entre otros.
En este sentido, Sáenz de Cosculluela insiste en que "invertir en sueño es la mejor medida para evitar la fatiga" y asegura que "la contaminación acústica se triplica en las zonas de ocio, es la más perversa de todas las contaminaciones y atenta contra los derechos individuales recogidos en la Constitución".
Según datos de la OMS el 26 por ciento de la población mundial está expuesto a ruidos "muy superiores" a los considerados como saludables y "España es el segundo país más ruidoso", recuerda el director general de Pikolin, Antonio Montiel.