Yo soy de los que tienen las lágrimas hondas, por eso suelo comenzar a gritar temprano. Soy de los que celebran en grande cundo obtengo la victoria y lloro con el perfil bajo cuando me derrotan.
Se que el gobierno del Partido de la Liberación Dominicano juega solo en la cancha, porque ni el PRD, ni ninguna otra entidad política le está haciendo oposición.
Es más, voy más lejos, porque en verdad quienes han sustituido a los “opositores del régimen” y critican las acciones equivocadas del gobierno morado son los profesionales de la comunicación, que de manera objetiva y sin compromisos, en cada uno de sus programas, por los medios electrónicos, a diario observan el desastre de la gestión peledeístas y se toman el riesgo de compartirla con quienes los oyen y lo ven por las ondas hertzianas y los medios audiovisuales.
En estos momentos soy de los que creen que el abogado y político, Emmanuel Esquea, debe ser el ocupante de la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), porque convencido estoy que con él, como timonel y árbitro de los procesos electorales venideros se crearán las condiciones para que esa organización llegue de nuevo al poder y así el pueblo logre su verdadera felicidad.
Los perredeístas y el pueblo conocen la trayectoria, la praxis política, la conducta, el discurso y el testimonio de vida de Emmanuel Esquea.
Esquea ha dicho hasta la saciedad que sólo tiene compromiso con su partido, por lo que su lucha por alcanzar la presidencia tiene sentido y es justa y ha dicho que en el futuro no quisiera ver a su organización deteriorarse en enfrentamientos internos, que luego imposibiliten ganar las elecciones de medio término y las presidenciales.
Una franja importante de la población cuestiona el deterioro del país y la falta de respuesta del gobierno; pero, otros, los perredeístas de las bases, están cansados y no soportad seguir observando con impotencia las estúpidas e interminables luchas que en lo interno de la organización del jacho prendío libran grupos que sólo se conforman con dirigir arriba aunque abajo no cuenten con apoyo y adeptos.
Muchos no quieren comprender que el PRD es un instrumento de lucha, una trinchera de combate, una tribuna del pueblo y no un objeto de quienes pretenden tomarlo para convertirlo en una empresa de bienes raíces o en un mercado Persa.
El PRD necesita un garante y un arbitro capaz de conducirlo por el sendero de la modernización y la descentralización, haciéndolo funcional y colocarlo al servicio de su militancia y de la nación.
El PRD necesita una dirección colegiada e incluyente, que no tenga compromiso ni responda a ningún grupo, tendencia ni sector a lo interno de su partido.
A nuestro entender, el doctor Emmanuel Esquea Guerrero, con sus dotes de humildad, sencillez, firmeza de carácter y como hombre de postura vertical, capaz de penetrar a todas las clases sociales del país, es quien debe tomar las riendas del partido blanco.
El PRD tiene la sagrada misión, el gran reto y el noble compromiso con la sociedad de devolverle su verdadero bienestar, pero que ello sólo es posible con Emmanuel Esquea en la presidencia del PRD.