En círculos sociales y políticos de la República Dominicana fue objeto de acalorados debates la pasada semana, el hecho de que el doctor Leonel Fernández lleva la silla presidencial a todos los actos a los que asiste. ¿Qué?
Y hasta hay varias personas que la cuidan mejor que a su vida, y reciben un señor salario por eso. Otros dicen que para trasladar la silla presidencial de un lado a otro se utiliza un helicóptero. ¡Dios!
En sus apuntes del pasado 30 de Octubre, Orlando Jorge Mera dice que la silla es la mejor evidencia del extraordinario poder del Presidente de la República.
“Justo es decir que en ella se han sentado demócratas, hombres excepcionales, que nunca ejercieron el poder para su beneficio personal ni familiar. Pero, cuando ella está en los escenarios, hay un símbolo del poder”, sostiene Jorge mera.
Agrega que “inclusive, hay disputas protocolares por estar a su derecha e izquierda. A veces, también, sobresale demasiado, cuando se le compara con otras de tamaño normal. Incluso, tiene su propio transporte, y hasta su propio personal de seguridad, que se encarga de trasladarla y de mantenerla brillosa e intocable”.
Finalmente, explica que la silla presidencial es uno de los pocos símbolos del poder que han perdurado irracionalmente, y que forma parte del ADN del ejercicio del poder en República Dominicana.