Nueva York.- El Banco Mundial advirtió que la economía mundial se contraerá este año por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial y que la crisis financiera mundial dificultará aún más a las naciones pobres y en desarrollo el acceso al financiamiento que necesitan.
En un informe divulgado el domingo por la tarde, el organismo pronosticó que en 2009 el comercio caerá a su punto más bajo en 80 años, mientras las dificultades económicas repercuten en todo el mundo.
La disminución más drástica en materia de comercio se espera en el este de Asia, donde el crecimiento había sido robusto, dijo la institución en un documento preparado para una reunión de ministros de Finanzas y funcionarios de bancos centrales a realizarse la semana próxima.
El impacto sobre las naciones más pobres será severo, agregó el banco, que pronosticó que un grupo de 129 naciones enfrenta un déficit de 270.000 a 700.000 millones de dólares este año.
El Banco Mundial, que ofrece préstamos con interés bajo y subvenciones a naciones en desarrollo, advirtió que las instituciones financieras internacionales no serán capaces de cubrir ni siquiera lo mínimo de ese estimado.
Sólo una cuarta parte de esas naciones vulnerables podrán disminuir la desaceleración económica a través de la creación de empleos o de "planes de emergencia", dijo el organismo.
Las ramificaciones de la creciente crisis financiera sobre los países más pobres del mundo probablemente permanecerán durante algún tiempo, apuntó el banco.
Debido a que las naciones ricas están tomando más préstamos, los países en desarrollo están siendo eliminados y muchas organizaciones financieras que han proporcionado financiamiento a naciones de ingreso bajo "prácticamente han desaparecido".
Los países en desarrollo que pueden todavía obtener crédito enfrentarán costos más altos y un menor flujo de efectivo, lo que conducirá a una inversión más débil y a un crecimiento más lento, señaló el organismo internacional.
Para disminuir la carga sobre las naciones en desarrollo, el Banco Mundial urgió a la cooperación de los países desarrollados, las instituciones mundiales y el sector privado.
"Necesitamos reaccionar en tiempo real a una crisis creciente que está lastimando a la gente en las naciones en desarrollo", dijo el presidente del Grupo Banco Mundial, Robert B. Zoellick.
"Esta crisis global requiere una solución global y evitar una catástrofe económica en los países en desarrollo es importante para los esfuerzos mundiales por superar la crisis", añadió.
"Necesitamos inversiones en redes de protección, infraestructura y compañías pequeñas y medianas que creen empleos para evitar disturbios políticos y sociales", agregó.