La Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS) objetó la propuesta legislativa que cursa en el Congreso dirigida a gravar la emisión de cheques y transacciones electrónicas, así como imponer un gravamen del 1% a los ingresos de las Administradoras de Riesgos de Salud.
También el presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO), Ricardo Koenig, expresó su oposición a los nuevos impuestos o que se incrementen los existentes, y mucho menos en tiempos difíciles como los actuales.
Los comerciantes y empresarios de Santiago consideraron que añadiría una distorsión más a la economía, debido a que provoca una reducción del grado de intermediación financiera, y a su vez crearía un precedente ominoso pues acentúa la desigualdad en el tratamiento fiscal equitativo a los agentes económicos y la población, que sería quien lo pagaría.
Luís Núñez, presidente de la ACIS, advirtió que obtemperar una iniciativa de esa naturaleza, bajo el argumento de lograr una fuente para incrementar los salarios de otros sectores de la población, acarrearía consecuencias inmediatas totalmente adversas al clima de sosiego y tranquilidad necesario para la vida económica nacional, entre las que sobresale el aumento de la utilización del efectivo en todas las transacciones económicas.
“La experiencia indica que ese tipo de impuestos es muy distorsionante y a su vez fomenta la inequidad en el tratamiento fiscal a los agentes económicos y también a la población que al final de cuentas, es quien lo pagaría”, subrayó Núñez. Al tiempo de agregar “por ello es que esta medida sólo se adopta cuando existe desesperación por más ingresos entre las filas gubernamentales”.
De acuerdo al dirigente empresarial, lo imperativo en los actuales momentos es que las autoridades gubernamentales al igual que lo ha venido haciendo el sector productivo del país, ajuste su presupuesto, sus finanzas y racionalice sus aspiraciones a la realidad económica actual, pues para encarar la crisis económica se requiere que el Gobierno y el sector privado actúen en sintonía y consonancia.
Por su parte, Koenig indicó que los ingresos requeridos por el Estado como consecuencia del desplome de las recaudaciones en el primer trimestre del año en curso no deben de provenir de nuevos impuestos o del incremento de los existentes, sino de la revisión del gasto público.
Opina que incrementar los costos de intermediación financiera sería un desincentivo en un ambiente tanto de consumo como comercial ya precario debido a la crisis económica internacional. Entiende que la creación de mayores distorsiones contribuiría a las dificultades existentes y no a la solución de las mismas.
Igualmente expresó que tal medida sería un precedente negativo en la situación actual, pues habrá muchas necesidades que requerirán de ajustes presupuestarios para fines de atenderlas. Incrementos a la carga impositiva deberían ser un último recurso.
