Mientras el fenómeno meteorológico Tomas amenaza y exige a la población dominicana estar muy, pero muy alertas, no menos hay que estarlo en las calles del país, en muchas de las cuales han sido necesarios toques de queda y fortalecimiento de la vigilancia militar, a pesar de lo cual, hasta ahora no se ha podido combatir a la delincuencia que atraca y ataca a cualquier hora del día.
Por esta razón y más, el Poder Ejecutivo dispuso cambios en el área de prevención de la Policía Nacional y designó nuevos directores de la Policía Preventiva y del Programa Barrio Seguro.
En la República Dominicana, el año 2010 va dejando un lamentable saldo de víctimas de la violencia callejera y aunque criminólogos y especialistas llaman al país a cuidarse de estos males, los tentáculos del flagelo han calado muy hondo en el territorio nacional, con la implicación de militares en tales hechos, dejando tras sí una larga estela de asesinatos e incertidumbres.
No hay que olvidar que hace un tiempo, como parte de su campaña reeleccionista, el presidente Leonel Fernández presentó la segunda fase del programa "Barrio Seguro" para Gualey, Simón Bolívar, Las Cañitas, La Ciénaga, Guachupita, Villas Agrícolas, 24 de Abril, Luperón, Ensanche Espaillat, La Zurza, 27 de Febrero y Los Guandules, sin que la ola de delincuencia y criminalidad quedaran atrás, a pesar del Plan de Seguridad Ciudadana en diferentes barrios.
Según el actual decreto, fue designado el coronel Daniel Ramos Álvarez, Coordinador Nacional del Programa Barrio Seguro en sustitución del general De la Cruz Reyna, por recomendaciones del mayor general José A. Polanco Gómez, jefe de la Policía Nacional.
Otros cambios y nuevas designaciones irrumpen en el acontecer nacional, con el “objetivo de seguir mejorando los niveles de seguridad ciudadana en todo el territorio nacional”, según afirmó la jefatura de la Policía.
Aunque la población ha perdido la fe en el programa Barrio Seguro, en estos tiempos difíciles, con posibles huracanes y lluvias amenazantes y “atoradas”, los ojos están puestos en las medidas asumidas y la sociedad dominicana se pregunta si las oscuras páginas de “los malos momentos”, pasarán de una vez.