Indudablemente, que al Grupo León Jiménes le debemos en nuestro país, el haber iniciado por primera vez la campaña de exaltación de los valores de la nación, como parte de su compromiso institucional y responsabilidad social frente a la sociedad dominicana.
Tratándose de un grupo empresarial liderado por una familia que ha dado demostraciones fehacientes y ejemplos de unidad familiar y de amor al trabajo, los dominicanos no podíamos esperar otra cosa que no fuera esa entrega y disposición en vender lo mejor de su país.
Se trata de una campaña de varias décadas, que cada cierto tiempo se renueva dando a conocer y proyectando cada uno de los valores que hemos heredado como nación, por parte de quienes nos fundaron y de nuestros primitivos pobladores.
Desde luego, al paso del tiempo, hemos observado como otras instituciones importantes de la República Dominicana, incluyendo más recientemente el Despacho de la Primera Dama, Margarita Cedeño de Fernández, han dado continuidad a ese tipo de campaña, tratando de inculcar en nuestras nuevas generaciones los valores que hoy día se han ido perdiendo por un sinnúmero de situaciones que no vienen al caso mencionar por ahora.
Sin embargo, la diferencia de todas estas campañas estriban fundamentalmente en los ejemplos que han provenido directamente de parte de quienes las proyectan y orientan frente a la sociedad, ya que en el caso de la familia León Jiménes, ha demostrado que sus acciones van de la mano y en sintonía con lo que persiguen y venden a la sociedad en su conjunto a través de la exaltación de sus valores.
Una familia y un Grupo Empresarial comprometidos con una Mejor Nación, como han proyectado y cumplido durante tantos años, merece el más elevado reconocimiento de su país, máxime si se trata de una campaña que sólo busca contribuir con la solución de los problemas nacionales y evitar que a través de la exaltación de sus valores primigenios, esa sociedad no se siga deteriorando como está ocurriendo con la nuestra.
Por ello, nos atrevemos a decir que la campaña que durante varias décadas ha mantenido de manera sistemática el Grupo León Jiménes no se trata de algo coyuntural, ni mucho menos para elevarle la fama a sus empresas, o para satisfacer el ego particular o individual de algunos de sus propietarios o funcionarios, sino más bien para hacer del nuestro un mejor país, donde no haya tanta violencia y donde el ciudadano respete los derechos de los demás y al César se le dé lo que es del César.
De todos modos, alabamos y aceptamos como buenos dominicanos, todo intento que se haga por salvar nuestra nación de las lacras y de los malos vicios que amenazan y que ya se han convertido en un verdadero estorbo para la paz, siempre y cuando sus promotores se conviertan en ejemplos de los valores que proyectan como, insistimos que lo ha hecho, el Grupo León Jiménes a lo largo de todo su trayectoria de éxitos y de bien para nuestro país.
Ojalá que en el futuro sean más las empresas públicas y privadas, así como los políticos que se interesen por destinar parte de sus recursos a la promoción de los mejores valores que poseemos como nación dominicana y que prediquen con su ejemplo las buenas acciones que sólo la familia León Jiménes y sus empresas han podido demostrar hasta ahora en el país, acercándose mejor que nadie a lo que proyectan como valores por una Mejor Nación.
El más reciente ejemplo y demostración de lo que queremos y aspiramos ser los dominicanos, lo proyectó esa singular familia orgullo de nuestro país, cuando en su último proceso de revelo sucesoral y generacional, en que Franklin y Estela León, pasaron a liderar las Empresas, fue capaz una vez más de producir una transición como sólo ella lo ha sabido hacer en República Dominicana, en la que se reafirmaron la solidez de un grupo que ha liderado por muchos años el mercado continental y el amor y la unidad familiar que ha caracterizado a la familia León Jiménes, por toda una vida. De esa manera se demuestra que verdaderamente El Grupo León Jiménes, lo hace todo por una Mejor Nación, gracias por ser ejemplos de buena familia, porque ese es el mejor valor que pueden proyectar a las presentes y futuras generaciones de nuestro país.