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Altagracia: dama de hierro del consumidor

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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A Altagracia Paulino (Altagracita o Tatita), la conocimos en las batallas políticas de los doce años de Joaquín Balaguer, defendiendo el derecho a la libertad de palabra, la libertad política, a los ciudadanos y los intereses del pueblo.

Por asumir principios, Altagracita sufrió en carne propia la represión, atropellos y los rigores de la cárcel.  Era una combatiente de San Francisco de Macorís y del país.

Esa misma Altagracita la sigue conociendo en el periódico El Sol, donde laboramos, y en aquellas asambleas del Sindicato Nacional de Periodistas Profesiones (SNPP), y la lucha por la colegiación de los periodistas.

Esa misma Altagracita la conocí en las reuniones de amas de casas, en programas de radio y televisión, defendiendo los derechos de los consumidores.

Firme como su misma vida, nunca se ha doblado, ni dejado vencer porque es una espartana que dignifica a la mujer.

Cuando el Instituto Nacional de Protección del Consumidor (Pro consumidor), se vislumbraba que pasaría a ocupar la presidencia de ese importante organismo.

El presidente Leonel Fernández Reyna, emitió un decreto designándola en Pro consumidor, donde con la ley en las manos trata de aplicar en beneficio de los que no tienen voz ni poder, para hacer prevalecer sus derechos.

Sus esfuerzos son extraordinarios para acabar la especulación en los productos de consumo diario, los robos en el pesaje del gas licuado, sacando los medicamentos y alimentos dañados, y ahora estableciendo mediante resolución que los bancos y las entidades financieras deben registrar los contratos de adhesión a esa entidad.

Este reclamo justo, legal y transparente se sustenta en el artículo 81 de la ley 358-05, de protección del consumidor.

Los dueños del poder económico, los verdaderos dueños del país porque tienen la facultad de hacer gente pobre y rica con la aplicación de tasas de intereses, el cobro de las tarjetas, préstamos y otras operaciones donde se sirven con la cuchara grande.  No existe justificación para esta postura.

Sencillamente, lo que hace Altagracita es aplicar la ley igual para todos. Algo ocultan los bancos y las entidades financieras que se resisten a cumplir el artículo 81.

Entre tanto, Altagracia hizo saber que “en modo alguno voy a claudicar porque eso sería violentar mis principios, la ley y la Constitución de la República”.

Bien dicho y así debe de ser.

La periodista Altagracia Paulino es la dama de hierro en defensa del consumidor.

No las dejemos sola.

Pa `lante Tatita.

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