El Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, INDOTEL, enfrentará el reto de dirigir el proceso de adecuación y adaptación definitiva de la era digital en la Televisión dominicana, la cual le brindará la oportunidad de diferenciarse de la tradicional manera de repartir el espectro radioeléctrico entre los dirigentes políticos, y no de los entre los conocedores de la comunicación, como ha ocurrido en el país.
Para el año 2015, como ha sido convenido por el Estado dominicano, la República Dominicana producirá la conversión de la televisión análoga o tradicional, a la televisión digital, y para ello ha adoptado el sistema ATSC de los Estados Unidos, el cual regirá el sistema de servicios televisivo en nuestro país.
Ese compromiso conllevará una serie de reformas que deberán ser llevadas a cabo por las autoridades de INDOTEL, que darán al traste con varios canales de la banda de UHF y la mayoría de las pequeñas compañías de telecables con que contamos hoy día.
Siendo así, la República Dominicana asistirá a otro proceso de reunificación de frecuencias, tal y como el que se produjo en los años 90, por lo que no habrá espacios libres entre las diferentes frecuencias de televisión como existe en el momento, sino que con la televisión digital el televidente tendrá la ventaja de moverse de un canal a otro de manera simultánea, sin presenciar el bache o lo que llamamos los que conocemos el medio televisivo ¨el bajón a negro¨.
Desde luego, este sistema lejos de perjudicarlos a todos favorecerá a algunos como el canal 6 de VHF, el cual no había despegado ampliamente porque el actual proceso de distribución de frecuencias limita su transmisión, por las interferencias que produce a otros canales con mayor potencia y tiempo de funcionamiento.
Sin embargo, la televisión digital producirá la eliminación de los canales de televisión del 52 al 69 de UHF, cuyas frecuencias serán licitadas para concesionarios de radiofrecuencias, con el propósito de obtener los recursos para subsidiar una parte del costo de las cajas que se utilizaran en el proceso de conversión digital.
No obstante, la conversión digital también redundará en beneficio de los medios de comunicación eliminados, porque contarán con el privilegio de ser reubicados en los números de frecuencias más bajas, y como si eso fuera poco, serán los primeros en ser llamados a las licitaciones que se harán con el objetivo de llenar los espacios en blanco.
Por lo tanto, el gran reto del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones no está en el conocido y simple hecho de liderar el proceso de conversión de la televisión dominicana de análoga a digital, sino de producir una reestructuración del sistema radioeléctrico nacional, basado en la equidad y el reconocimiento al profesionalismo de la comunicación en el país.
En el pasado se han otorgado frecuencias a empresas y personas en particular, sin contar con las debidas acreditaciones para ostentar una frecuencia de radio o de televisión, solo por pertenecer a un partido político determinado o tener una cómoda posición económica, situación que ha afectado el desenvolvimiento de nuestros medios de comunicación y ha perjudicado a la población dominicana que tiene derecho a disfrutar de una comunicación limpia y libre de estridencias, mordazas y ataduras.
Siendo así, el nuevo presidente del INDOTEL y quienes les acompañan en su gestión tienen la oportunidad de marcar la diferencia y de ponerle el cascabel al gato, otorgando las frecuencias de televisión a las personas que reúnan las condiciones profesionales y humanas para dirigir los nuevos medios de comunicación que serán puestos al servicio del pueblo dominicano, evitando el monopolio o la mayor concentración de medios en las mismas manos, como proveen las leyes nacionales.
