El significado esencial de los diez mandamientos es un llamado universal a la realización de la libertad entregada por Dios y una invitación a actuar en favor de la liberación de los hombres.
El Quinto mandamiento “Honrar a tu padre y a tu madre” tiene su fundamento y afecta a la más intima estructura de la sociedad humana. Durante el Éxodo los rabinos judíos nombran al padre en primer lugar y en la versión del Levítico se nombra a la madre primero, y quieren decir de esto que el honor y la reverencia debidos al padre y a la madre han de ser iguales.
Platón en sus leyes (717 C.D.E) habla del honor debido a los padres: “es el segundo honor más importante, después del debido a los dioses. Todo hombre honrado, debe cumplir sus obligaciones, no existe obligación más primaria, esencial, y universal, que la obligación que tiene cada hijo para con sus padres debido al amor, y cuidado y desvelos con que le han criado, desde darles el don precioso de la vida hasta protegerla y preservarla. Durante toda su vida debe el hombre observar diligentemente la reverencia en el modo de hablar y conducirse con sus padres, más que ninguna otra cosa”.
El llamado a la gratitud debe ser una parte esencial del honor debido a los padres. Se debe el don de la vida, haberle hecho nacer, pero también los padres les han atendido y cuidado a lo largo de los años en que él no podía valerse por sí mismo. Los padres tienen una obligación legal y moral de cuidar, atender y alimentar a sus hijos, no es otra cosa que el deber cumplido. El deber de gratitud es algo ineludible por parte del hijo.
La obediencia es un elemento esencial en el honor debido a los padres. El hijo sabe que dado el amor que los padres le profesan, nunca le pedirán que haga algo que no sea por su bien. Comprender que la influencia del padre les da derecho a ofrecerle orientación y consejos. Es primordial que los padres deben conquistar el derecho a ser obedecidos. El padre debe ofrecer al hijo un nivel de conducta que ellos observen.
El hijo con la protección de apoyo y socorro da cumplimiento al mandamiento que manda honrarlos. Este es un hecho que nunca deben olvidar los hijos aunque sea una carga muy pesada.
El Nuevo Testamento aconseja a los hijos: “hijos obedeced a vuestros padres en el señor, porque eso es justo. Honra a tu Padre y tu Madre. (Este es el primer mandamiento que lleva consigo una promesa). Para que sea feliz y se prolongue tu vida sobre la tierra. Padres no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien, mediante la instrucción y la corrección en el señor. Ef. 6, 1-4 “hijos obedeced en todo a vuestros padres, porque esto es grato a Dios en el Señor. Padres no exasperéis a vuestros hijos, no sea que se vuelvan apocados. Col.3,20-21.
La ética del Nuevo Testamento es siempre una ética de mutua reciprocidad. Es el amor del padre por el hijo y el hijo por el padre.
Es la ética Cristiana diciéndonos que nunca es un deber unilateral, sino constituye siempre una obligación reciproca. Observemos que es una norma real de proceder y conducta, conforme los padres deben también honrar a sus hijos, de igual modo que éstos deben honrarlos a ellos.
El autor es vicealmirante ® de la Marina de Guerra.