Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, manifestaron hoy su convicción de que de la cumbre del G-20 tienen que salir resultados concretos con respecto a la regulación de los mercados financieros internacionales para prevenir futuras crisis.
"Los programas de apoyo a la coyuntura son importantes y los europeos hemos hecho nuestra aportación, con Alemania y Francia a la cabeza, pero éstos no pueden reemplazar la regulación", dijo Merkel.
Ambos rechazaron las propuestas de Washington y Londres de lanzar nuevos programas de reactivación.
Sarkozy señaló que Alemania y Francia irán a Londres con una posición clara y conjunta y pronosticó que la cumbre terminará siendo un acontecimiento histórico.
"Estamos plenamente convencidos de que nuestras propuestas acabarán formando parte del documento final", dijo Merkel.
Sarkozy insistió en que "los pueblos del mundo entero" esperan con razón que la cumbre del G-20 concluya con "resultados".
Ambos subrayaron el grado de consenso alcanzado entre ambos países y el buen funcionamiento del eje franco-alemán, una cooperación, que según insistió Sarkozy, va en beneficio y no en detrimento de los restantes socios.
Tanto Merkel como Sarkozy abogaron por lograr que de la citada cumbre salga una lista con los países que no cooperan en el intercambio fiscal.
"En Londres se demostrará si tenemos el valor de nombrar a los países por su nombre", dijo Sarkozy, quien insistió en que no se trata de criticar que haya naciones con tipos impositivos bajos sino de que "digan de dónde viene el dinero y qué hacen con él".
La canciller valoró positivamente el que el mero hecho de haber planteado este asunto haya conducido a que algunos países "hayan empezado a moverse".
"La creciente presión empieza a arrojar frutos", dijo Merkel en alusión a que algunos países como Liechtenstein han dejado entrever su disposición a levantar el secreto bancario. EFE