La Pazr (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, envió hoy una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, donde solicita formalmente que Naciones Unidas elimine de sus convenciones la prohibición de consumir hoja de coca.
Con esta misiva, Morales inicia el procedimiento formal ante la ONU para despenalizar la hoja de coca que él mismo anunció hoy en declaraciones a Efe en Viena, donde participó este miércoles en una sesión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU.
En su carta a Ban, el presidente boliviano y todavía líder de los sindicatos cocaleros de su país pide que la ONU elimine dos incisos de la Convención de Naciones Unidas de 1961 sobre estupefacientes que prohíben la masticación de la hoja de coca.
"La masticación de la hoja de coca es una práctica ancestral y milenaria de los pueblos indígenas que no puede ni debe ser prohibida", advierte Morales en el inicio de su argumentación en favor de la despenalización.
Recuerda en su misiva que el mascado de coca (acullicu o pijcheo, según se denomina en su país) se remonta a 3.000 años antes de Cristo y es un hábito practicado por millones de personas en Bolivia, Perú, el norte de Argentina, Chile, Ecuador y Colombia.
Añade que el acullicu "ayuda a mitigar las sensaciones de hambre, da energía durante largas jornadas laborales y mejora el desarrollo del metabolismo en altura".
Morales incide en que esta práctica no causa daño alguno a la salud y en que "mascar coca no significa consumir cocaína".
"El alcaloide de la cocaína, que se encuentra en proporciones inferiores al 0,8 por ciento en la hoja de coca y que se ingiere por vía oral mediante el mascado, no es estable en un medio ácido como el estómago y se hidroliza en su interior", argumenta el gobernante.
La praxis histórica demuestra, según Morales, que no se han presentado evidencias clínicas de adicción o drogodependencia en personas que mascan hoja de coca.
El presidente de Bolivia señala en su carta que las prohibiciones de la ONU a este hábito son "graves errores" que atentan contra los derechos de los pueblos indígenas consagrados en distintas declaraciones de organismos internacionales.
También sugiere que penalizar el uso de la coca contradice la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que en uno de sus artículos preserva el patrimonio cultural, conocimientos tradicionales y las manifestaciones científicas y tecnológicas de estas comunidades.
Según los cálculos de Morales, el proceso para desclasificar la hoja de coca y su retirada de la lista de sustancias prohibidas de la ONU se puede prolongar unos 18 meses.