¿Será en estos momentos Hipólito Mejía el candidato oficialista preferido en el país? ¿Qué haría nuevo si asumiera la presidencia?
En comparecencia televisiva Mejía recordó que sus amigos le aconsejaron no hablar tanto, ni acercarse más a la prensa: “me parecería a Leonel”, afirmó y agregó que mientras menos le vieran sería mejor…
¡Llegó Papá!, repite el ex presidente y enarbola las encuestas que según el alto dirigente del PRD, apuntan en su favor, a la vez que considera que Leonel Fernández ha roto todos los parámetros de la corrupción y el país no tiene nada positivo que esperar de su gobierno, debido a que “este insiste en continuar su política de inversión de un elevado gasto corriente improductivo, signado por el despilfarro y en proyectos muy alejados de las prioridades de la sociedad dominicana, sólo para enriquecer a funcionarios y llenar el ego del mandatario”.
El discurso ante las Naciones Unidas (ONU), del presidente dominicano ha despertado múltiples reflexiones en la sociedad dominicana e Hipólito Mejía señala como causas fundamentales del incumplimiento de los Objetivos del Milenio el alto grado de corrupción existente, “por la que se han desviados centenares de millones de pesos que debieron ser invertidos en la educación, salud, medio ambiente, en protección a la niñez, a la ancianidad, a la producción de empleos”.
Hipólito reflexiona y promete. Según sus palabras: las instituciones hay que respetarlas y la justicia debe consolidarse. Afirma tener fe en estas cosas y apunta que la sociedad dominicana tiene la experiencia de una vida que quieren hacérsela ver “cándida”, pero ha logrado a pesar de todo no ser infantil en sus análisis. Porque la inocencia de los niños es hermosa, pero ignorante y en la adultez se reemplaza por la desconfianza y la duda, sobre todo cuando comprende al crecer que el mundo “puede ser un peligroso y amenazador”.
¿Cuándo dejarán de ser “peligrosos y amenazadores” los tiempos para dominicanas y dominicanos? Muchas interrogantes se ciernen sobre los hogares en esta nación que espera, espera, espera…