París.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibió una nueva carta con amenazas de muerte similar a la que le fue enviada a él y a otros políticos a finales del mes pasado, aunque en esta ocasión no incluía una bala, informaron hoy medios locales.
El popular presentador del informativo de la tarde de la cadena TF1, Jean-Pierre Pernaut, también recibió un correo amenazante similar que, sin embargo, contenía una bala de nueve milímetros, revelaron los medios.
Se trata de correos similares a los desvelados a principios de mes que fueron enviados, con balas de diferentes calibres, a Sarkozy, a miembros del Gobierno y a algunos cargos electos locales, además de al presidente de TF1, Nonce Paolini.
La carta enviada a Pernaut, considerado como un periodista próximo a medios conservadores, fue recibida ayer en la sede de la cadena TF1 a las afueras de París, y descubierta por los colaboradores del periodista, que no estaba en su despacho.
La misiva fue enviada desde el departamento de Hérault, en el sur del país y origen de las primeras cartas, el pasado día 7 y recogía parte de los términos de una anterior en la que un grupo autodenominado "1.000 combattants cellule 34" reivindicaba los envíos.
Lo hizo en un correo destinado a la abogada de un hombre detenido como sospechoso de ser el autor de la primera ola de envíos.
En aquella ocasión, además de Sarkozy, los destinatarios de las cartas, que contenían una bala de nueve milímetros, fueron las ministras de Justicia, Rachida Dati, Interior, Michèle Alliot-Marie, y Cultura, Christine Albanel, además del alcalde de Burdeos, Alain Juppé, y de otras localidades del sur del país.
La carta del presidente contenía una bala de 38 milímetros, mientras que el resto tenían un calibre inferior.
Los investigadores arrestaron por aquellas cartas a un hombre que permaneció en detención provisional durante 34 horas, periodo en el cual la abogada del sospechoso recibió la misiva reivindicativa.
En la carta, el grupo "1.000 combattants cellule 34" pedía disculpas a la letrada por la detención de su cliente y pedía la liberación del ex activista de Acción Directa Jean-Marc Rouillan, del militante de extrema izquierda Julien Coupat y del nacionalista corso Yvan Colonna, juzgado actualmente por el asesinato de un prefecto de la isla mediterránea.
En las primeras cartas enviadas se utilizaba un lenguaje amenazante con los destinatarios sin revelar ninguna reivindicación.
"Cree usted que dispone de nuestras vidas, pero no, somos nosotros los que disponemos de la suya", afirmaba la misiva. EFE