MEXICO.- Ahora comienza la parte difícil del Clásico Mundial de Béisbol para Cuba.
Luego de ganar invicto el Grupo B en México, el equipo cubano se topará en la segunda ronda con sus dos verdugos más recientes: Japón y Corea del Sur.
Cuba perdió 10-6 ante Japón en la final de la edición inaugural del Clásico hace tres años en San Diego, el mismo escenario donde se verán las caras el domingo en la primera fecha de la segunda fase.
En esa ciudad californiana también lo espera Corea del Sur, líder del Grupo A que venció a los antillanos en la final de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Los coreanos enfrentan primero a México, segundo del Grupo B.
"La siguiente ronda va a ser dura, van a estar los asiáticos con gran pitcheo", comentó el manager cubano Higinio Vélez después que su equipo despachó por 16-4 a México el jueves por la noche para terminar como líder de su llave con tres triunfos al hilo.
Vélez sabe que San Diego será muy distinto al Foro Sol de la capital mexicana, donde los batazos volaron con facilidad y Cuba aprovechó la debilidad del pitcheo de México, Sudáfrica y Australia.
Cuba anotó 29 carreras en sus tres victorias y empalmaron 11 vuelacercas.
En la segunda ronda aguardan dos equipos con los dientes afilados y brazos venenosos: Corea del Sur ganó su grupo al derrotar 1-0 a Japón.
"La próxima fase va a ser densa, difícil, se va a concentrar ya la calidad del torneo a medida que se vaya avanzando", anticipó el toletero cubano Michel Enríquez, una de las figuras de la artillería caribeña.
"La segunda y la tercera fase van a estar los mejores equipos y se lo han ganado. Debemos de salir a brindar un gran espectáculo en San Diego y en (las semifinales y final en) Los Ángeles para que se lleven una buen impresión del béisbol cubano", agregó.
Aunque Enríquez ya piensa en Los Ángeles, de momento toda la atención está centrada sobre Japón, el oponente del domingo que repite a varios jugadores de aquella final de hace tres años, entre ellos al estelar Ichiro Suzuki.
Japón también tiene cuentas que saldar con Cuba, que lo eliminó en el torneo olímpico el año pasado. Pero es Cuba el equipo que tiene la espina más grande clavada por su revés en la final del Clásico anterior.
"Es una revancha y puede ser como una final anticipada", reconoció Vélez. "Pero no sólo Japón tiene calidad, vamos pensando siempre en cada juego, en cada día. Ahora es Japón, al día siguiente será el que nos toque. No nos preocupamos tanto, conocemos la calidad del contrario y nos vamos a preparar para el reto que tenemos".
