La noticia ocupó espacios en los medios masivos de comunicación, no con toda la amplitud que debía. Otras, sobre actos de violencia, por ejemplo, se despliegan con titulares mayores.
Es que significa un orgullo nacional y verdadera satisfacción espiritual saber que: Nadador dominicano concluye maratón mundial, luego de haber nadado entre los cinco continentes a fin de alentar los esfuerzos para alcanzar esas metas previstas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015.
Marcos Díaz ha completado “su más importante hazaña” para crear conciencia sobre la pobreza y si algo se destaca en la personalidad de este joven es su humildad y esa interrogante que lanza a los cuatro vientos: ¿qué acciones vamos a realizar para supervisar a los gobernantes y ayudar a nuestras naciones?
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, felicitó a Díaz por su voluntad, cuando este le entregó durante una ceremonia en Nueva York, Díaz, la solicitud firmada por 200.000 personas de todo el mundo, acerca de la urgencia que demanda a “los gobiernos y a la comunidad internacional lograr esos objetivos que representan la satisfacción de necesidades humanas básicas y de los derechos fundamentales de cada individuo”.
Ki-moon lo denominó “el Delfín Dominicano” y aseguró que “su actuar es testimonio de su valor, valentía y compromiso y lo que ha hecho es un hermoso símbolo de solidaridad global”.
Muchos Marcos Díaz necesita la República Dominicana y el mundo, sobre todo cuando define como “muy difíciles para cualquier país estos logros si su propio pueblo no conoce de su existencia y la triste realidad es que sólo cerca de 1% de la población mundial entiende de lo que se trata”.
Del esfuerzo conjunto de la comunidad internacional habla este soñador que multiplica propósitos y voluntades cuando recuerda a los jóvenes que “tener un sueño muy grande y mantenerlo vivo día tras días demuestra que la grandeza del espíritu puede ayudar al mundo”. ¡Enhorabuena, Marcos Díaz!