MIAMI, Florida — Los aficionados venezolanos de Miami están enojados con su compatriota Magglio Ordóñez y aparentemente no perderán ninguna oportunidad para recordárselo durante la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol, que comenzó este sábado.
Tal y como ocurrió en Toronto en la primera ronda, los fanáticos venezolanos abuchearon a Ordóñez cuando fue anunciada la alineación y luego en su primer turno al bate en el partido contra Holanda en el Dolphins Stadium.
La rabia de los seguidores venezolanos no tiene nada que ver con el desempeño del jardinero izquierdo y quinto bate de la selección de su país, sino más bien con la predilección política de Ordóñez.
Ordóñez, de los Tigres de Detroit, es una de las figuras públicas más notable que promociona la política del presidente Hugo Chávez en su país. Para una gran porción de la comunidad venezolana en Estados Unidos, especialmente la numerosa colonia de Miami, Chávez es una especie de Satanás.
Además de realizar spots publicitarios apoyando la campaña de Chávez para conseguir la reelección indefinida a través de un referendo, una empresa de Ordóñez ha sido encargada de construir las principales obras públicas en el estado Anzoátegui.
Ordóñez fue abucheado sonoramente cuando agotó su primer turno contra Sidney Ponson y los fanáticos cambiaron los abucheos por el grito "¡Chavista!, ¡Chavista!" cuando falló con elevado suave a la intermedia para cerrar la primera entrada.
Las rechiflas aparentemente no inmutan a Ordóñez, quien sin embargo apenas pegó tres hits en 13 turnos (.232) en la primera ronda, en la que Venezuela clasificó en primer lugar debido a una poderosa ofensivo que bateó .347 con 27 extrabases, incluyendo ocho jonrones, y anotó 28 carreras en cuatro partidos.
