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Leonel, los intelectuales y el senador

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Una vez le oí decir a Neruda, al Pablo de América, creo que fue a él, que a la cosa que más miedo le tiene un político es a un poeta. No hay bacteria más resistente y expansiva que un buen verso. Un buen poema es un virus, uno noble, que lleva salud al alma, redención al espíritu y rebeldía, ansias de justicia a las masas. Es imposible controlar como ese virus se desplaza, como hace historias, como conmueve naciones y como estremece los cimientos humanos tanto en el orden físico como en el espiritual.

“El compromiso del presidente Leonel Fernández con el Administrador de INESPRE es de tipo matrimonial”, me confesó un miembro del Comité Político, “pero aún así”, me advirtió: “no podrá imponer su terna en nuestro organismo”.

Comprobé la verdad de sus palabras, pues al salir de la reunión efectuada el pasado lunes 6 de septiembre de 2010, Reinaldo Pared, actuando en su condición de secretario general y vocero peledeísta, declaró a la prensa que “ningún nombre fue barajado”. Es decir, como el Presidente sabía que no tenía los votos para imponer su terna, recurrió entonces al corrupto mecanismo de “pedir poderes para someterla”.

Tan pronto la Junta Central Electoral rechazó la candidatura a senador por el Seibo sometida por la Comisión Nacional Electoral del PLD, un grupo de compañeros, dirigentes importantes de esa provincia del este, encabezados por el ex candidato a alcalde, Ing. Víctor Astacio y el dirigente comunal Pedro Mirita, sometieron mi nombre como posible sustituto. Pocos candidatos en el país han concitado tanto respaldo en el mundo intelectual como lo concitó nuestra candidatura.

Fue unánime el respaldo del Movimiento Interiorista, el más importante del país y de América, el Ateneo Insular, las fundaciones culturales, la Asociación Quisqueyana de Intelectuales, la Asociación Dominicanos en Europa, la Asociación Cultural Italo Quisqueyana, los habitantes de San Miguel y Matas de Palmas, los grupos intelectuales de New York, Massachusetts…todos los cuales enviaron comunicación tanto al Presidente de la República como al presidente del Senado. Y en sus archivos están como pruebas. Y en sus conciencias estarán como virus vivos, como bacteria resistente al paso del tiempo: ¡Ya lo verán! Ignorando la nobleza, prefirieron el camino de la perversidad política, inscribieron un candidato que, como se le advirtió, no estaba físicamente en condiciones de cumplir semejante cometido. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir: el hombre agotado, murió. ¿A quién le dolió?

Todos pensamos que esta vez algún sentido de nobleza surgiría en Palacio. Los grupos intelectuales renovaron su respaldo, los compañeros peledeístas también. El presidente Fernández tenía que derrotar en el Comité Político del PLD a los grupos de poetas y narradores que respaldan mi candidatura: no pudo hacerlo y se fue por el camino donde la perversidad es un lodo, una playa muerta llena de pescados hediondos. Resolvieron el tranque declarándole a la prensa, tardíamente, que “el CP le había dado poderes al Presidente para someter la terna”.

La mentira tiene su justificación: de acuerdo con los asesores de imágenes, ya no importa cuán grandes sean las acusaciones contra Palacio, por gigantescas que fuesen, ya no le hinchará más su abierto vientre. Con ello se evita que los ojos acusadores dirijan su mirada hacia al PLD. Es viejo el truco, pero funciona: a una carne llena de mosca, no la afecta una nueva mosca.

La lección aquí es que como lo dijo Neruda: los poetas siguen siendo el terror de los políticos. Es noble saber que, sin ni siquiera tener en el Comité Político a un representante, uno solo, el presidente Leonel Fernández no pudo derrotar nuestras ideas, no pudo aplastar, como él quería, la propuesta del mundo intelectual quisqueyano: “¡ seguimos vivos/ya comprobamos que no nos matan las traiciones!”

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