Río de Janeiro (EFE).- El flujo de comercio mundial caerá este año un 7% como consecuencia de la crisis internacional, aseguró el director de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, en una entrevista publicada hoy por el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
"Los números del comercio van a sufrir un vuelco. Ahora que la economía mundial tendrá crecimiento cero o negativo, el comercio tendrá una contracción del 6 ó 7%", la primera desde 1982, aseguró Lamy.
"Paso la mitad del tiempo hablando con personas que lidian con el comercio en varios continentes y mi intuición me dice que (la caída del comercio) será terrible", agregó el francés al admitir que su previsión es incluso más negativa que la de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según Lamy, con la crisis también se reducirán algunos beneficios generados por la globalización y la eficiencia alcanzada con los cambios en la producción.
"Con todo eso cae el volumen de comercio y habrá menos crecimiento económico y, consecuentemente, más pobreza. Es obvio que los países en desarrollo que dependían más de esos flujos (comerciales) serán los más perjudicados", dijo.
De acuerdo con el director de la OMC, como no hay duda de que el comercio mundial se va a encoger, lo importante ahora es saber si esa reducción será consecuencia de la caída de la demanda o de otros problemas como el proteccionismo y la falta de crédito.
Admitió que la tendencia al proteccionismo es inevitable aunque en niveles menos elevados que en otras ocasiones.
"De cierta manera es inevitable. Los políticos son elegidos por electores de su país y no por los vecinos. Yo les digo que eso no combina con el planeta de hoy, en el que es necesario actuar en conjunto", afirmó.
"La buena noticia es que el proteccionismo de alta intensidad, como el de los años 30, está descartado gracias a las disciplinas a las que los países se sometieron en la OMC. La mala noticia es que aún hay espacio de acción para los miembros de la OMC", agregó.
Explicó que el proteccionismo no es apenas el impuesto mediante aranceles sino el que se impone con barreras no arancelarias, licencias previas y medidas de ese tipo.
Aseguró que la OMC tiene reglas que prohíben subsidios a la industria y a la agricultura, pero no cuenta con normas para regular los servicios, especialmente los financieros.
"El problema es que incluso el proteccionismo de baja intensidad puede tener un gran impacto, ya que nuestras economías están veinte veces más interdependientes que en los años 30. Si yo lo hago, otros también lo harán. Es un tiro en el pie", sostuvo.
"El impulso de corto plazo hacia la protección es comprensible en momentos de dificultades sociales y económicas, pero hay muchas formas mejores de proteger las personas, sus empleos y el consumo de los pobres que con el proteccionismo", afirmó.