Al cumplirse los 12 años de su creación y pasar a manos de nuevas autoridades, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, (INDOTEL), se encuentra abocado a cumplir con una serie de compromisos y metas, que ameritan de un nuevo relanzamiento corporativo y de visión institucional, que le permitan diferenciar sus etapas como órgano regulador de la industria de las Telecomunicaciones del país.
Así como ocurrió en 1998, cuando para diferenciar el nuevo órgano regulador del sector de las Telecomunicaciones, de lo que fue la Dirección General de Telecomunicaciones, DGT, la cual había cumplido su cometido como dependencia estatal que se encargaba de regular y al mismo tiempo de ofrecer servicios de Telecomunicaciones a la población dominicana, hoy esa institución que fue creada bajo el amparo de la ley 153-98, necesita dar un salto cualitativo en sus ejecutaras.
Desde las presidencias de José Guillermo Sued, quien a la sazón fue el primer incúmbete que tuvo el INDOTEL, hasta las del doctor Mariano Germán Mejía, la de Orlando Jorge Mera, y finalmente en la de José Rafael Vargas, el órgano regulador de la industria de las Telecomunicaciones en la República Dominicana, había estado inmerso en los procesos de adaptación, acumulación de recursos, mediante los ingresos generados por la ley 153-98 y la creación de una plataforma tecnológica rural, que ha permitido reducir la brecha del conocimiento entre los jóvenes del campo y la ciudad.
Sin embargo, aún cuando todavía las nuevas autoridades del INDOTEL se encuentran obligadas a dar seguimiento y a profundizar esos programas de desarrollo de las Telecomunicaciones nacionales, deben tomar en cuenta que en esta nueva etapa del órgano regulador, se deben adoptar políticas que conduzcan a ejercer un mejor control sobre las acciones y los servicios que ofrecen las prestadoras de Telecomunicaciones, así como para luchar que la desigualdad de cara al alcance tecnológico no siga aplastando bajo la ignorancia a los más pobres, porque carecen de los recursos para adquirir los aparatos que les permitan ser competitivos en este mundo cada vez más cambiante de la era de la información y el conocimiento.
La defensa de los usuarios de los servicios de Telecomunicaciones, tal y como anunció el nuevo presidente del INDOTEL, David Pérez Taveras, debe ser el norte a seguir por su gestión ya que con ello se completaría la cuarta pata que le hace falta a esa institución para adaptarse al modelo que exige la Unión Internacional de las Telecomunicaciones, UIT, a la República Dominicana para que ese órgano funcione, en base a la propuesta que le hizo a través del Banco Mundial, en 1998, cuando el país se embarcó en el proceso de transición en el sector de las Telecomunicaciones.
La defensa de los usuarios de los servicios de Telecomunicaciones de la República Dominicana, significa que ahora el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, debe luchar por la oferta de servicios cada vez más competitivos, por la emisión de facturas en base al servicio prestado y la eliminación de la abusiva tarifa del Internet, situación que mantiene a nuestro país rezagado en el uso y manejo de las informaciones globales, por la enorme cantidad de dominicanos que por no disponer de recursos no pueden acceder a ese vital servicio en la vida de hoy.
Todos estos programas pueden llevarse a cabo, sin la necesidad de que el órgano regulador invierta a cambio cuantiosas sumas de dinero, porque además de contar con un fondo destinado al Desarrollo de las Telecomunicaciones, que es aportado por cada usuario en base al pago del 2 por ciento del valor de su factura, éste lo único que va hacer es concertar con las prestadoras de servicios en base a las reglas que existen en el mercado mundial de las Telecomunicaciones y que muy bien conocen las autoridades del INDOTEL.
Por suerte que el presidente Leonel Fernández, designó al frente de esa institución a una persona que como el doctor David Pérez Taveras, conoce el sector de las Telecomunicaciones y ha manejado varias visiones, desde el punto de vista de quienes han dirigido esa institución y podría aplicar un conjunto de políticas dirigidas a reducir considerablemente la brecha que separa a los usuarios dominicanos y hacer justicia a favor de este noble y sufrido pueblo dominicano.
En estos 12 años de funcionamiento, el INDOTEL no solamente está en capacidad de realizar una efectiva y justiciera regulación de los servicios de Telecomunicaciones, sino de seguir invirtiendo en otras áreas del desarrollo de las Telecomunicaciones que todavía necesita potencializar para provecho de los usuarios más humildes del país.
Si tomáramos en cuenta que a solo dos años de haberse aprobado la ley 153-98 que derogó la 118 de la antigua DGT, el Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones, FDT, tan solo acumuló más de RD$ 400 millones de pesos, ¿ Qué cantidad de recursos podríamos imaginarnos tiene acumulado ese fondo, 12 años más tarde? A todo ello deberíamos agregar que el país no contaba con la cantidad de usuarios que tiene hoy, ni mucho menos la diversidad de servicios que ofrecen las empresas de las Telecomunicaciones.
Este servidor como ente nacido en las entrañas del quehacer de las Telecomunicaciones, porque antes de estudiar Comunicación Social, lo primero que hice fue servir desde muy temprana edad en el área de las Telecomunicaciones, entiende que hemos avanzado mucho en la obtención de una tecnología de punta, capaz de no envidiarle eso a ningún país desarrollado, pero considero que sólo unos cuantos dominicanos han hecho provecho de ella, por lo tanto la ignorancia y el desconocimiento siguen siento el gran reto a vencer por las autoridades del INDOTEL para lograr que se ofrezcan servicios de calidad y aprecios competitivos, como sucede en gran parte del mundo.
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