La policía británica identificó este martes al atacante suicida que causó la muerte de 22 personas, incluyendo a niños, en un atentado a la salida de un concierto, y dijo que intenta establecer si actuó solo o con la ayuda de otros.
La primera ministra británica Theresa May condenó el ataque como un hecho deleznable contra niños y jóvenes y la policía de Manchester allanó varias propiedades en busca de cómplices.
Estado Islámico (EI), al que fuerzas armadas apoyadas por Occidente están combatiendo en Siria e Irak, dijo que perpetró el ataque como una venganza contra «los cruzados», pero algunos expertos dudaban de la información porque no había evidencia de relación directa con el grupo insurgente y por discrepancias con de los informes de la policía local.
El sospechoso de los ataques fue identificado como Salman Ramadan Abedi. Funcionarios estadounidenses, que hablaron con autoridades británicas, dijeron a Reuters que habría viajado desde Londres a Manchester en tren.
May se reunió de emergencia el martes con jefes de seguridad e inteligencia, cuando quedan menos de tres semanas para una elección general en Reino Unido.
«Todos los actos de terrorismo son cobardes (…) Pero este ataque se destaca por su horrenda y repugnante cobardía al apuntar deliberadamente contra niños y jóvenes inocentes e indefensos que debían estar disfrutando una de las noches más memorables de sus vidas», dijo la primera ministra británica.
La primera ministra dijo que los servicios de seguridad investigan si hubo participación de un grupo en el ataque.
La policía británica arrestó a un hombre de 23 años en relación con la explosión del lunes, que ocurrió cuando una multitud abandonaba el concierto de Ariana Grande, una cantante estadounidense muy popular entre niños y adolescentes.
Los oficiales allanaban también lugares en el distrito de Fallowfield, donde hicieron una explosión controlada. Testigos en el distrito de Whalley Range dijeron que policías armados cercaron un bloque de departamentos en una calle usualmente tranquila.
La ciudad del norte de Inglaterra seguía en alerta, con un contingente adicional de oficiales armados, mientras que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que se había ordenado el despliegue de más policías en las calles de la capital británica.
El ataque del lunes fue el más letal en el país desde que cuatro musulmanes británicos causaron la muerte de 52 personas en actos coordinados con bombas contra el sistema de transporte de Londres en julio del 2005. Países desde Estados Unidos hasta Japón evaluaban reforzar la seguridad en teatros, estadios deportivos y centros de eventos tras el hecho.
Ataques en París, Niza, Bruselas, San Petersburgo, Berlín y Londres en los últimos años han conmocionado a los europeos, ya atemorizados por los desafíos que implica una masiva inmigración y la expansión del radicalismo islamista dentro de sus propias fronteras. Estado Islámico ha jurado varias veces vengarse de la participación occidental en las guerras de Siria e Irak.
HORROR EN EL CONCIERTO
Testigos relataron el horror tras la explosión en Manchester, que provocó una estampida al final de la presentación de Grande en el estadio techado más grande de Europa, que estaba lleno con 21.000 personas.
«Corrimos. Había gente gritando alrededor y empujándonos por la escalera para salir. Las niñas gritaban y vimos a los paramédicos atendiendo a mujeres con heridas expuestas en sus piernas (…) fue un caos», dijo Sebastian Diaz, de 19 años. «Ocurrió literalmente un minuto después de que terminó (el concierto): las luces se apagaron y la bomba explotó».
Un video publicado en Twitter mostró a seguidores de la cantante, muchos de ellos jóvenes, gritando y huyendo del lugar. Decenas de padres buscaban desesperadamente a sus hijos, publicando fotos y pidiendo información en las redes sociales.
Ariana Grande, de 23 años, escribió más tarde en Twitter: «Destrozada, desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho, no tengo palabras».
Los líderes del mundo expresaron su solidaridad a May, mientras que decenas de estrellas de la música y el deporte manifestaron su pesar por lo ocurrido.
CONTRADICCIONES
Estado Islámico, que se adjudicó el ataque en su cuenta del servicio de mensajería Telegram, pareció contradecir la descripción de la policía británica de un atacante suicida ligado al hecho.
«Lo que viene será aún más severo con los adoradores de la cruz», dijo en Telegram. El grupo no mencionó el nombre del atacante, como usualmente hace cuando ordena un ataque.
«Claramente lleva la marca de Daesh (el Estado Islámico)», dijo el exagente de inteligencia francés Claude Moniquet, quien ahora es asesor de seguridad en Bruselas. «Visiblemente el objetivo era causar el mayor daño posible y conmocionar lo más que se pudiese a la sociedad británica».
La policía de Londres dijo que desplegaría efectivos adicionales en la final del fútbol en Wembley del fin de semana y en el rugby en Twickenham, además revisará la seguridad para eventos más pequeños.
Policía identifica a atacante de Manchester
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