Dos personas murieron por disparos y 12 resultaron heridas de bala en el centro de Venezuela, según un gobernador opositor, lo que eleva a cuatro los fallecidos en medio de una nueva ola de protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
El gobernador del estado Lara, Henri Falcón, denunció que entre la noche del martes y la madrugada del miércoles las protestas contra Maduro escalaron hasta convertirse en disturbios violentos, liderados por personas fuertemente armadas en motos y automóviles.
«Hay grupos infiltrados e interesados en generar anarquía y desorden. Hay heridos y fallecidos, cosa que nadie debe alentar», denunció Falcón.
La fiscalía precisó más tarde en un comunicado que está investigando la muerte de un niño de 13 años y un hombre de 36 años que «se encontraban en manifestaciones».
La crisis política se agudizó la semana pasada cuando la Justicia se arrogó facultades del Parlamento, dominado por la oposición, una decisión criticada por la fiscal y el propio Maduro y que fue revertida parcialmente.
Pero, a pesar de revertir los polémicos fallos, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sigue bloqueando el trabajo parlamentario porque sostiene que ese poder se encuentra en «desacato», por lo que miles volvieron a las calles a protestar contra lo que consideran una dictadura.
Las manifestaciones, que han sido reprimidas por las fuerzas de seguridad, han dejado decenas de heridos y, según la organización no gubernamental Foro Penal, 325 arrestos en la última semana con 153 personas aún tras las rejas.
En los últimos días, dos jóvenes murieron por disparos de la policía mientras protestaban.
MÁS PROTESTAS
El martes, ocho jóvenes de entre 15 y 19 años fueron detenidos en el sur del país acusados de arrojarle objetos contundentes a Maduro como protesta. De ellos, sólo dos mayores de edad permanecían detenidos, según su abogado.
«Ayer (martes) fuimos a Puerto Ordaz, a un extraordinario evento, la batalla de San Félix, luego se volvieron locos, bueno diciendo locuras, habían preparado una emboscada y el pueblo se encargó de deshacerla», dijo Maduro la noche del miércoles durante una reunión trasmitida por el canal estatal de televisión.
El miércoles, en plena Semana Santa, la misa antes de la procesión del Cristo del Nazareno en Caracas -un evento muy concurrido- fue interrumpida momentáneamente cuando adversarios y seguidores del Gobierno se enfrentaron a puños y empujones dentro de una Iglesia.
«Son el anticristo, le han declarado la guerra a la Semana Santa», refirió el mandatario al opinar sobre las acciones de la oposición.
Por su parte, el líder opositor y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, cuestionó la acción de los seguidores del Gobierno en el recinto religioso.
«Ni el Nazareno de San Pablo se salva de sus agresiones! Respeten el templo!», escribió en su cuenta en la red social Twitter.
La oposición convocó a sus simpatizantes a congregarse nuevamente el jueves en puntos de todo el país.
Testigos dijeron a Reuters que la noche del martes se encendieron protestas en varias zonas populares y de clase media de Caracas, como La Vega y Coche, antiguos bastiones del chavismo, el movimiento fundado por el difunto Hugo Chávez.
En Petare, una de las barriadas más grandes de Latinoamérica, también hubo bloqueos de calles con basura y escombros. Y usuarios de redes sociales mostraron fotos de saqueos y destrozos en algunos puntos de Caracas.
Las manifestaciones también dejaban un puñado de heridos en otras ciudades del interior como Valencia.
Maduro, un ex chofer de autobús de 54 años, sostiene que grupos violentos buscan desestabilizar el país para precipitar un golpe de Estado.
La oposición, sin embargo, señala a Maduro como el principal responsable de la grave crisis económica que sufre Venezuela, con la inflación más alta del mundo, recesión y escasez de alimentos y medicinas.
Mueren otras dos personas en medio de ola de protestas en Venezuela
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page