Varsovia.- Un tribunal de la localidad polaca de Bialystok (este) juzga hoy al llamado "Fritzl polaco", un hombre de 46 años que mantuvo encerrada y violó a su hija durante los últimos seis años, incesto del que nacieron dos niños.
El proceso se celebra a puerta cerrada, sin que los periodistas tengan acceso a la sala donde los magistrados escucharán el testimonio de Krzysztof, quien abusó de su hija, Alicja, desde que ésta cumplió los 14 años alegando que tenía derechos sobre ella al ser su padre.
Junto al "Fritzl polaco" también se sientan en el banquillo otros tres hombres, entre ellos su hermano, acusados de asaltar la casa del novio de la joven, donde la muchacha se refugió huyendo del infierno en que se había convertido el domicilio familiar.
Krzysztof fue detenido en septiembre de 2008, cuando la policía descubrió que llevaba años manteniendo regularmente relaciones sexuales con Alicja, de las que nacieron dos niños, uno en 2005 y otro en 2007, que fueron dados en adopción por orden del propio padre y contra la voluntad de su madre.
Durante aquellos años la joven pudo abandonar en sólo contadas ocasiones la vivienda, en concreto cuando fue a dar a luz a un hospital público a sus dos pequeños, aunque siempre bajo la estrecha vigilancia de su padre y, al mismo tiempo, amante, torturador y carcelero.
Finalmente, Alicja y su madre decidieron revelar a los agentes el horror que se vivía en su casa, lo que desembocó en la detención del progenitor.
"No podía permitirlo más, era suficiente dolor para mi hija", explicó entonces la madre de la chica a la prensa, a pesar de que durante seis años anteriores fue consciente de que su marido abusaba de la muchacha, sin que hasta ese momento fuese capaz hacer nada por impedirlo.
El comienzo de este proceso coincide con el final del juicio en el que el "Fritlz austríaco", el "Monstruo de Amstetten", ha sido condenado en Austria a cadena perpetua. EFE