Todos los discapacitados y discapacitadas tienen el derecho de vivir en una sociedad igualitaria, con los mismo derechos que los demás. Derechos que son inalienables. La discapacidad no es óbice para avanzar y vivir una vida digna, decorosa y justa.
Por dos días consecutivos, miércoles 18 y jueves 19 del corriente, los salones Aries y Acuario, del Gran Hotel Lina, fueron atestados y abarrotados de personas con niveles de discapacidad, en donde celebraron encuentros para analizar y reflexionar sobre la ley que regula la discapacidad y sobre la promoción de la inserción laboral de estas personas en el país.
Las personas con discapacidad no viven en un mundo aparte. Su lucha y deseo supremo es romper con las barreras que impiden el crecimiento, para poder insertarse en una sociedad que debe ser horizontal e igual para todos y todas.
La Organización de las Naciones Unidas, a principios de lo 80s, sentenció y aún obliga a las sociedades, y entiéndase a los gobiernos, brindar y hacer accesible el medio ambiente físico, la vivienda, el transporte, los servicios sociales, las oportunidades educativas, laborales, incluyendo las instalaciones escolares y recreativas.
Ya no basta con demandar el derrumbe de las barreras arquitectónicas, urbanísticas y del transporte sin rampas, sino exigir el derecho a un trabajo digno, porque todos y todas tienen el derecho de luchar por mejorar sus condiciones materiales de existencia.
Es verdad que en la República Dominicana las oportunidades de empleo son escasas, principalmente para las personas con discapacidad, pero la lucha de estos hombres y mujeres del pueblo no debe detenerse en la reflexión de las barreras sociales que impiden que sean tomados en cuenta.
Hay que ganarse los espacios a fuerza de lucha, sacrificio y esfuerzo colectivo, porque de hecho se sabe que vivimos en una sociedad verticalista, que promueve el estigma y la discriminación en mujeres, negros, discapacitados y los pobres en términos generales.
Es por ello que debemos aunar esfuerzos y juntos, hombro con hombro, fortalecernos e impulsar procesos de capacitación, coordinando y articulando acciones a favor de la inclusión laboral de las personas con discapacidad, para que sean tomados en cuenta tanto por el sector público como el privado.
No desmayemos en nuestra lucha, hasta alcanzar nuestros objetivos y ver realizado el sueño de cada uno y cada una de las personas con discapacidad.