El presidente de la Fundación Kyoto, Manuel Pereyra, advirtió este viernes que la crisis causada por la escasez de agua, su mala administración y los problemas de saneamiento, siguen siendo serias limitaciones para el desarrollo sostenible.
Pereyra, quien sostuvo un encuentro con alumnos de escuelas de Santo Domingo Este, al conmemorarse este viernes el Día Mundial del Agua, agregó que los principales ríos de la Cuenca del Ozama están contaminados.
Sostuvo que las principales industrias que afectan los caudales de los ríos son: las centrales azucareras y eléctricas, las fábricas de cemento, destilerías, farmacéuticas y de la construcción, fábricas de jabonería, cosméticos y oxígeno, papeleras, procesadoras de metales y de alimentos.
Otras entidades que afectan los ríos son las industrias petroquímica, cárnicas, del plástico, tenerías, textileras y las zonas francas.
Indicó que el caso más grave de contaminación fluvial es el río Ozama, que recibe la carga de 23 fuentes contaminantes directas y 58 indirectas: 17 a través de la cañada La Zurza y 41 por el Río Isabela.
Ese río recibe, además, los desechos del 25% de las viviendas que están vinculadas al sistema de recolección que vierte en él sus aguas residuales sin tratamiento.
En relación con las aguas negras de algunos sectores, indicó que son tratadas por medio de cuatro instalaciones de depuración, cuya eficiencia es muy baja.
Las aguas domésticas de la población que no es servida por este sistema de alcantarillado público desembocan directamente en el manto freático por medio de pozos sépticos y/o filtrantes, contribuyendo al deterioro de la cuenca que recibe una alta carga de contaminación microbiológica.
