El país que dice de contar con las mayores reservas petroleras del mundo, se está quedando sin gasolina, sumando el preciado combustible a la ya extensa lista de productos que escasean
En una de las naciones con los yacimientos más grandes de petróleo del mundo, como es Venezuela, decenas de autobuses yacen varados con sus tanques vacíos en el interior del país, la mayoría de ellos a un costado de las remotas estaciones de servicio de gasolina, mientras sus pasajeros aguardan preocupados por los tanqueros de dispendio que llevan ya días sin aparecer para reponer el agotado combustible.
La situación también es grave en los grandes centros urbanos, donde decenas de miles de conductores el jueves hacían cola en las estaciones que aún están abiertas, esperando nerviosamente su turno antes de que las bombas allí también dejen de funcionar.
El desabastecimiento ya se estaba gestando desde hace algún tiempo debido a los problemas estructurales que enfrenta la industria petrolera venezolana, y la grave crisis económica que sacude al país, dijeron expertos.
Pero la situación se agravó súbitamente esta semana, luego de que ejecutivos de la estatal Petróleos de Venezuela manejaran mal importantes contrataciones para importar combustibles.
Las colas son descomunales, dijo Juan Fernández, ex director ejecutivo de planificación de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), quien ha estado monitoreando la situación desde Miami.
Y aún cuando PDVSA lograra enviar de inmediato tanqueros para suministrar las estaciones de servicio, la situación podría tomar muchos días en normalizarse, afirmó Fernández.
La reposición es un proceso que tarda, no solamente porque tienes que suministrar a los vehículos que están esperando, sino porque requiere más combustible para poder llegar a tener el nivel de inventario que requieren las estaciones de servicio, explicó.
El jueves, muchos de los dueños de autos buscaban comprar el combustible.
Si tienes carro, tráelo y échale rápido porque esta gasolina se acaba hoy, dijo un empleado de una gasolinera del este de Caracas a un reportero de la agencia AFP. En las afueras de la gasolinera, se apreciaban dos largas filas de vehículos.
El fenómeno es sumamente irónico en Venezuela, país que tradicionalmente se ha sentido tan bendecido con su posesión de extensos yacimientos de crudo virtualmente lleva décadas regalando combustible a sus ciudadanos, y más recientemente, a Cuba y otros países aliados.
En el caso de Venezuela, el precio del litro de gasolina es tan bajo que llenar un tanque cuesta menos de cinco centavos de dólar.
En el caso de Cuba, el régimen de Nicolás Maduro actualmente envía cerca de 80,000 barriles diarios de crudo a cambio de servicios no auditados de sus misiones de médicos y entrenadores deportivos.
Ante la grave crisis económica, y mientras el régimen bolivariano solo está suministrando dólares para cubrir una tercera parte de las importaciones que requiere el país, Venezuela está muy mal posicionada para seguir regalando combustible.
Pero el problema del suministro es una criatura de muchos padres, explicó Horacio Medina, ex gerente de PDVSA.
Parte del problema generado esta semana se debe a que los nuevos vicepresidente de la empresa estatal recién nombrados no están calificados para ocupar sus puestos.
Los tipos nuevos que nombraron no pudieron hacer las negociaciones [para importar gasolina], y había cuatro cargamentos que debían llegar la semana pasada, y ninguno de los cuatro llegaron, explicó Medina.
Pero el hecho de que Venezuela tenga que importar combustible para surtir su demanda interna también es una señal del mal estado en que se encuentra la industria petrolera local.
Según Fernández y Medina, las refinerías del país están operando a poco más de un 40 por ciento de su capacidad instalada debido a problemas de mantenimientos y una extensa lista de accidentes.
La producción interna no alcanza para la producción nacional, y el déficit podría estar cercano a los 125,000 barriles diarios, dijo Medina.
Las autoridades venezolanas, entre tanto, niegan que la industria enfrenta problemas, y describen la situación actual como un pequeño problema coyuntural que ya está virtualmente resuelto.
El vicepresidente de PDVSA, Ysmel Serrano, dijo la noche del miércoles que retrasos en el cabotaje (transporte marítimo) ocasionaron el problema que, aseguró, está siendo atendido.
Contamos con suficiente gasolina producida en nuestras refinerías. Seguiremos redoblando el despacho hasta estabilizar la distribución. Desde PDVSA hacemos un llamado a la calma y a no caer en falsos rumores de sectores que juegan al caos, escribió el directivo en Twitter.