Las fisuras del bloque oficialista en Chile, generadas por un dilatado proceso para definir a sus candidatos antes de la elección presidencial, allanarían el camino para un triunfo de la oposición conservadora que ha mostrado mayor cohesión, dijeron el miércoles políticos y analistas.
El ex mandatario conservador Sebastián Piñera lanzó la noche del martes su candidatura para competir en los próximos comicios de noviembre, alentado por su posición de favorito en las encuestas y el férreo respaldo de los principales partidos de derecha.
Piñera lidera con casi un 40 por ciento las preferencias en los sondeos, seguido más atrás por el senador independiente de izquierda Alejandro Guillier, un reconocido periodista que tuvo una enérgica irrupción a fines del año pasado, pero que ha perdido impulso en medio de las divisiones de la coalición gobernante.
En contrapartida al apoyo de los partidos conservadores en favor de Piñera, la unidad en la Nueva Mayoría -que incluye entre otros a comunistas, socialistas y democratacristianos- es cada vez más esquiva por las posiciones encontradas sobre temas valóricos, reformas emblemáticas o la propia forma de elegir a su candidato.
Así, la probabilidad de que Chile siga a otros países latinoamericanos con una inclinación hacia la derecha ha aumentado, dicen analistas, más aún cuando el apoyo a la presidenta socialista Michelle Bachelet roza mínimos en las encuestas.
«El anuncio de la candidatura de Piñera refleja el espectáculo que está dando la Nueva Mayoría al estar muy divididos y lo unido que está la derecha. Antes era al revés la cultura de coalición», dijo a Reuters el presidente del partido Renovación Nacional, Cristián Monckeberg.
DETRÁS DE UN CANDIDATO
La coalición de centroizquierda, anteriormente llamada Concertación, se debate entre la incapacidad del Partido Socialista de elegir aún a su abanderado y el deseo en la Democracia Cristiana de que su candidata Carolina Goic no compita en una primaria y vaya directo a la elección de noviembre.
«Existe el riesgo de que la coalición (de centroizquierda) termine por finalizar un largo ciclo de 30 años de control (a excepción del gobierno de Piñera) sobre el poder», dijo el ex ministro de centro izquierda y veterano político Sergio Bitar.
La diversidad de corrientes dentro de la Nueva Mayoría ha dejado en evidencia sus desacuerdos sobre políticas como la flexibilización de las estrictas leyes chilenas que penalizan el aborto y la reforma del código laboral, algo que se refleja especialmente en la tirante relación entre comunistas y la Democracia Cristiana.
«Nosotros como Nueva Mayoría primero tenemos que ponernos de acuerdo entre nosotros, hay muchos puntos de vista distintos que generan confusión en la opinión pública que nos apoya», dijo a Reuters el senador de la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro.
Con todo, la candidata de la Democracia Cristiana se ubica muy atrás de Guillier, mientras que el ex presidente Ricardo Lagos también está en la carrera por la representación del oficialismo. A esto se sumaría la irrupción de figuras de izquierda fuera del bloque que podrían debilitar más a la Nueva Mayoría.
Aunque para muchos su candidato no sea el mejor ubicado en las encuestas, algunos legisladores advierten sobre consecuencias negativas si la centroizquierda no se une detrás de un solo nombre.
«Creo que lo mejor sería ir con un candidato y no estar dividido en las elecciones de noviembre. Dividido, creo que vamos a facilitar el triunfo de la derecha», admitió Pizarro.
Bloque oficialista allanan carrera del opositor Piñera
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