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Estados Unidos con una prueba de fuego ante Japón en LA

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GLENDALE, Arizona.- Japón será el próximo rival de la selección de Estados Unidos cuando ambas novenas se midan el martes en Dodger Stadium, en lo que será el penúltimo juego del Clásico Mundial de Béisbol.
 
Holanda se enfrentará a Puerto Rico en la otra semifinal el lunes. Los ganadores disputarán la final la noche del miércoles. Japón está en búsqueda de su tercer título en los primeros cuatro Clásicos y en cada edición han llegado a la semifinal.
 
Japón disputó su último juego de exhibición el domingo, una derrota por 3-2 ante los Dodgers en Camelback Ranch. Los japoneses perdieron ante los Cachorros y los Dodgers este fin de semana y aunque tienen marca de 6-0 a estas alturas del Clásico Mundial, esta no es la forma en la que querían llegar al juego de eliminación directa contra Estados Unidos.
 
El derecho de los Nacionales, Tanner Roark, ha sido anunciado para abrir por Estados Unidos. Los japoneses aún no han nombrado formalmente a su abridor, pero probablemente será el as del equipo, Tomoyuki Sugano, un derecho de 27 años que lanza con los Yomiuri Giants.
 
«Debería ser un gran juego», dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts. «En cualquier día en el que tengas pitcheo, uno nunca sabe. Roark puede ser un tipo dominante. Esos tipos van a correr, van a pelear cada turno, van a jugar buena defensa. Estoy seguro que van a utilizar a sus mejores brazos. Así que espero que sea un juego cerrado».
 
Estados Unidos y Japón se han enfrentado dos veces desde que se creó el Clásico Mundial en el 2006, con una victoria por bando. Los estadounidenses se impusieron en un juego de segunda ronda en el 2006, pero la única vez en la cual llegaron a la semifinal, en el 2009, perdieron ante los japoneses por 9-4 en Dodger Stadium.
 
Estados Unidos no quiere que se repita aquel juego lleno de errores en el que todo se vino abajo cuando Japón le anotó cinco veces a Roy Oswalt en el cuarto inning.
Aquel equipo fue dirigido por Davey Johnson y no hay ningún técnico o jugador de esa escuadra en la que ahora dirige Jim Leyland. Sin embargo, la derrota sigue doliendo.
 
«Duele porque es el pasamiento nacional de Estados Unidos y uno quiere ganar la corona», dijo Mark DeRosa, que jugó la primera base aquel juego. «No sé si hubiese sido la gran cosa para los fanáticos en Estados Unidos, pero sí lo habría sido para nosotros».
 
En la revancha, Estados Unidos podría tener su mejor oportunidad.
 
Japón ganó las dos primeras ediciones del Clásico Mundial de Béisbol venciendo a Cuba en Petco Park en el 2006 y a Corea del Sur tras demoler a Estados Unidos en el 2009.
 
Los japoneses viajan como estrellas de rock con cientos de periodistas que los acompañan a cruzar el Pacífico para estos juegos finales. Adicionalmente, cientos de fanáticos rodearon los tres autobuses el domingo mientras los peloteros abordaban para irse al aeropuerto y volar a Los Ángeles.
 
Y usualmente son bien recompensados.
 
El derecho Daisuke Matsuzaka dominó a los entonces poderosos cubanos en el primer torneo. Tres años después, Darvish se unió a Matsuzaka. Al final del Clásico 2009, Ichiro Suzuki pegó un sencillo de dos carreras para romper un empate en la parte alta del 10mo inning contra Corea del Sur durante la final en Dodger Stadium.
 
Ese bien ha podido ser el mejor juego de béisbol internacional de la historia, pues Corea remontó para igualar la pizarra con dos outs en el noveno ante Darvish, sólo para terminar perdiendo en el 10mo a manos del pelotero más famoso nacido en Japón. Ichiro tiene 4,308 hits, 3,030 en las Grandes Ligas y 1,278 en nueve temporadas en el béisbol japonés.
 
En 2013, los nipones fueron eliminados en semifinales por Puerto Rico en el AT&T Park. Ese fue el tropiezo. Al final República Dominicana terminó venciendo a Puerto Rico para completar un torneo redondo con marca de 8-0.
 
Los estadounidenses eliminaron a los dominicanos la noche del pasado sábado en San Diego para clasificar a las semifinales apenas por segunda vez. Este año el equipo de las barras y las estrellas está al mando del veterano timonel Jim Leyland, quien ha echado mano de un formidable equipo liderado por Adam Jones, Giancarlo Stanton y otras estrellas de Grandes Ligas.
 
Para los japoneses, su mejor jugador, Shohei Otani, quien se desempeña como lanzador y bateador designado, no pudo participar debido a una lesión en el tobillo derecho. Otani ya regreso a jugar con su club, los campeones defensores de las Ligas de Japón, Nippon-Ham Fighters.
 
El jugador más notable de Japón esta vez es Norichika Aoki, un jardinero con experiencia de cinco campañas de Grandes Ligas y ahora miembro de los Astros. Aoki batea de por vida .286 con 88 bases robadas para Milwaukee, Kansas City, San Francisco y Seattle.
 
«Ustedes saben, ya conocemos a Aoki, lo hemos visto mucho jugando en el jardín derecho», destacó Roberts. «Es un tremendo pelotero».

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