Cada vez son más acelerados los cambios que se están dando alredor del mundo con la integración de la mujer en los puestos de decisión, como ya he tratado en diferentes artículos, no los puestos por el simple hecho de ser mujer.
El programa del oficialista partido Socialista Obrero Español (PSOE), aprobó en el congreso donde dejó como presidente a José Luís Zapatero, aplicar cambios a la política española y a la legislación estatal.
Tan seguro de sus intenciones está Rodríguez Zapatero, que los partidos de oposición ya han puesto en marcha algunas medidas para no quedarse rezagados. El PSOE no quiere que las conquistas sociales queden congeladas.
La más espectacular de las conquistas es la elevación de la mujer a los altos cargos, y la reducción notable en la edad de sus dirigentes. Rodríguez Zapatero hizo historia cuando nombró como ministra de defensa a Carmen Chacón, una mujer joven, embarazada, quien apenas unos días antes de dar a luz visitó las tropas. Chacón es parte de una mayoría de mujeres en el gobierno, entre ellas Bibiana Aido, una andaluza de 31 años, ministra encargada de igualdad de género, la más joven de la historia de España. Tanto en el poder ejecutivo, como en la dirección del PSOE, la mitad son mujeres.
Leire Pajin, es la número tres del partido, señalada como muy posible sucesora en la candidatura del PSOE, en las elecciones del 20012, si Zapatero no decide optar por un tercer mandato.
Igualdad también se traduce en el nombramiento de Bernarda Jiménez, abogada dominicana, nombrada como secretaria del PSOE en el área de integración y convivencia, temas cruciales en una sociedad que se ha convertido en la segunda en volumen de inmigrantes, superada sólo por Estados Unidos.
Otra mujer nombrada en las relaciones Internacionales, conectada íntimamente con la inmigración, es Elena Valenciano, recién salida del parlamento Europeo. Como secretaria de Estado para Ibero América ha estado ejerciendo Trinidad Jiménez.
El PP ha reaccionado ante esta invasión de mujeres en la dirigencia del PSOE, nombrando una mujer como secretaria general del partido, a un paso del de Mariano Rajoy, que de fracasar en un tercer intento, lo sucederá Dolores Coespal
Ante este panorama en España, hay un aviso a los varones del mundo con ambiciones políticas, lo tienen un poco difícil, aunque todavía quienes deciden los puestos son los hombres. Habrán de surgir más presidentes alrededor del mundo, especialmente en Latinoamérica, que tomen la mujer en cuenta, dando los puestos de toma de decisiones, tanto en el gobierno, como la dirigencia del partido. Nunca hemos tenido una secretaria general en un partido político, aunque han habido aspiraciones, pero serruchadas en el acto.
Realmente, podemos ver en España este avance y gran logro; las mujeres se lo tendrán que agradecer en gran parte a la visión de Zapatero.
La historia espera por nosotros.