Una misa de acción de gracias, por la celebración de los 50 años en el servicio educativo, de la ex secretaria de Educación, Jacqueline Malagón, fue celebrada por el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, en la Catedral Primada de América.
A la eucaristía asistió el secretario de Educación. Melaneo Paredes, autoridades, dirigentes políticos, amigos y familiares de la educadora.
Al hablar luego del Evangelio, durante la homilía, López Rodríguez dijo que “hemos venido a celebrar los 50 años en la educación de nuestra querida Jacqueline”, indicando que educar es contribuir y trabajar por el futuro del país.
Sostuvo que 50 años de labor educativa no es tarea fácil, ya que el maestro debe enseñar y ayudar a los alumnos a sacar todo el potencial que tiene dentro, para aprovecharlo.
“Educar es una bellísima obra obra de amor, sólo puede educar el que sabe amar”, expresó el Cardenal Dominicano.
Resaltó que hay que dar gracias a Dios porque ha permitido sembrar en la niñez y en la juventud en educación y señaló que hay personas que no tienen vocación de enseñar y hacen un trabajo limitado, en el sentido de que no pueden dar todo lo que tienen. Subrayó que ha conocido grandes maestros, como la que le alfabetizó, que pasó más de 40 años educando y luego de su jubilación, con una pensión miserable, que no le da ni para sus medicinas, quiso seguir aportando y se ofreció para dar clases en el reformatorio.
“Hemos venido a dar gracias por el compromiso que asumido con la educación dominicana, cuántas cosas han pasado, es justo que nos alegremos con ella, nos sentimos contentos, orgullosos de todo lo que ha hecho por la educación dominicana”, dijo.
Manifestó que siempre habrá que decir que la educación es una tarea tremenda y reconoció que lo que ha hecho por la educación dominicana Jacqueline Malagón es un ejemplo a seguir.