El régimen de Nicolás Maduro le ofreció un acuerdo a la oposición que permitiría al gobernante mantenerse en el poder por lo menos hasta el 2019 a cambio de conceder algunas cuotas de poder a sus adversarios políticos.
El pacto, que es visto con buenos ojos por algunos dirigentes de los principales partidos de oposición, pretende darle suficiente estabilidad política a Maduro para que culmine su período presidencial a cambio de una promesa del régimen de permitir que los opositores compitan electoralmente por las alcaldías y las gobernaciones.
El denominado Acuerdo de Convivencia Democrática, declara que su fin es normalizar el ejercicio de las funciones institucionales ante la imperiosa necesidad de que los venezolanos encuentren, por el camino del entendimiento y el respeto, los acuerdos necesarios para hacerle frente a los graves desafíos económicos, sociales y políticos que les afectan.
Pero el grueso del documento está dedicado a domesticar a una oposición que el año pasado había declarado como su objetivo central remover a Maduro del poder en la brevedad posible.
Aquí está todo, denunció la dirigente opositora María Corina Machado en una rueda de prensa. Estos señores pretenden [
] que las fuerzas democráticas venezolanas reconozcamos que Nicolás Maduro llegó al poder de manera legitima y transparente, que no hubo fraude en el 2013, que ha ejercido el poder de manera legitima, que ha cumplido sus atribuciones y que no es un dictador.
La propuesta está siendo promovida como parte del proceso de diálogo orquestado por los ex presidentes Leonel Fernández de República Dominicana, José Luis Rodríguez Zapatero de España y Martín Torrijos de Panamá.
El acuerdo también llevaría a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, a retractarse en su pronunciamiento de que Maduro abandonó el cargo. El acuerdo fue negociado en secreto con algunos de los principales partidos de la oposición hasta que el documento fue filtrado a los medios.
El punto central es: Señores, sin protestar, sin que nadie se le ocurra alzar la voz, todos los venezolanos tienen que reconocer que Maduro se queda hasta el 2019 , enfatizó Machado.
A cambio, el régimen se comprometería a relajar algunas de las ligaduras que mantienen a la Asamblea Nacional atadas de manos, y en especial a respetar el nombramiento del opositor Julio Borges como presidente del cuerpo legislativo.
No obstante, los diputados de la oposición se verían obligados a aprobar automáticamente el presupuesto nacional presentado por el régimen y a aprobar las últimas obligaciones financieras externas contraídas por Maduro.
En cuanto a los presos políticos, el acuerdo contempla la creación de una Comisión de la Verdad, que deberá ver los casos que sean objeto de un tratamiento judicial.
Acuerdo permitiría permanencia de Maduro en Venezuela
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