En República Dominicana sólo existen dos médicos psiquiatras por cada 100 mil habitantes, un hospital especializado en enfermedades mentales y únicamente el 7% por ciento de la población tienen acceso a medicamentos psicotrópicos, muy por debajo de la media de los países latinoamericanos y del Caribe.
En el único hospital psiquiátrico del país, Padre Billini, ubicado en Santo Domingo, sólo cuenta con una disponibilidad de 1.75 camas por cada 100 mil habitantes. El centro de salud no cuenta con camas para niños, ni adolescentes, ni para personas mayores de 65 años. A todo ello se añade la disminución en un 25% las literas del centro en los últimos cinco años.
Esa situación hace que cada día sea mayor el número de personas con trastornos mentales que deambulan por las calles de la capital dominicana, sin que los gobiernos sucesivos hallan podido aplicar una política eficiente con programas para erradicar ese mal que padece la sociedad dominicana y que crece cada día.
De acuerdo con las estadísticas, en promedio, los pacientes con trastornos mentales pasan sólo 19 días en el hospital psiquiátrico Padre Billini; el 59% pasan menos de un año. El resto del tiempo se la pasa ambulantes.
Un estudio realizado por la World Health Organización y la Organización Panamericana de la Salud revela que sólo el 3% de la formación para los médicos esta dedicada a la salud mental en el territorio dominicano.
Indica que de la cantidad de profesionales en los últimos años en instituciones académicas, 1,306 son médicos no especializados en psiquiatrías y, únicamente, 6 estudian esa rama. Al aérea sólo se designa el 0.38% de los egresos en atención de salud por parte de la Secretaria de Salud Publica.
En el país, la salud mental se rige por la Ley 12-06. Esa legislación tiene como objetivo regular el derecho a la mejor atención en materia de salud mental y trata los aspectos relacionados con los derechos y libertades fundamentales de las personas con trastornos mentales.
No existe un organismo para la vigilancia de los derechos humanos, que tenga la autoridad de supervisar e inspeccionar los establecimientos de salud mental. Tampoco se aplican sanciones a aquellos establecimientos que comentan violaciones de los pacientes.
Por ello es fácil encontrar en cualquier esquina de la capital dominicana una persona con trastorno mentales, en la misma condición de indiferencia en que se encuentra un caballo que es dejado libre luego que ya no puede arrastrar la carreta de los vendedores ambulantes, o el perro que es dejado liberado cuanto, producto de la vejez, empieza a botar el pelo y hasta desconoce a su amo.
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que en República Dominicanaza se destina a la salud el 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB), representando una de las más bajas de la región; presentando, además el país uno de los más bajos niveles de gasto social del continente.
En los hospitales del Estado, para todos los casos que no incluyen enfermedades psicotrópicas en República Dominicana, se destinan unas 11 camas por cada 10 mil habitantes y 12 médicos por la misma cantidad de pacientes, de los cuales el 61% están representados por médicos generales, concentrados mayormente en la parte urbana.
Con relación a la salud mental, la situación es mucho más crítica. La designación de los recursos para la salud mental en el país es muy bajo, con relación a las necesidades y demandas, ya que sólo se dedica a esa área el 0.38% de los egresos en atención de salud por parte de la Secretaria de Salud Publica.
De todos los gastos invertidos en salud mental, el 50% de ellos están dirigidos al hospital psiquiátrico Padre Billini. Además, sólo el 7% de la población con enfermedades mentales tiene libre acceso a medicamentos psicotrópicos esenciales
Para aquellos que tienen que pagar, el costo de los medicamentos antipsicóticos representan el 12% del salario mínimo, equivalente a RD $19.00, unos US$0.58 por día, y el costo de los medicamentos antidepresivos equivale al 10% de salario mínimo, equivalente a RD $16.00, lo que es igual al US $ 0.49 por día.
Se estima que de los pacientes que se atienden en servicios de salud mental ambulatorio en República Dominicana, el 40% son niños, sin que se lleve registro del sexo. Los usuario atendidos en esos centros son diagnosticados, principalmente, con trastorno del estado de ánimo (afectivos-32%), y esquizofrénico (31%).
La cantidad promedio de contactos por usuarios es de dos. Sólo un 18% de los establecimientos ambulatorios proporcionan atención de seguimiento en la comunidad; en tanto que apenas el 2% tiene equipos móviles con personal de salud mental.
Existen 9 unidades de hospitalización psiquiatrita en hospitales generales en el país, con un total de 76 camas, equivalentes a 0.9 por cada 100 mil habitantes. En estas unidades psiquiatritas no se dispone de camas para niños y adolescentes y no se tiene registro de los usuarios por sexo y edad, ni sobre los diagnósticos y la tasa de admisiones.
El 54% de los pacientes del hospital son mujeres y no se atienden niños y adolescentes, de los cuales 69% padecen trastornos del estado de ánimo y el 21% son esquizofrénicos y pacientes de otros trastornos.