Ginebra.- El presidente de la Asociación de Banqueros Suizos, Pierre Mirabaud, hizo hoy una férrea defensa del secreto bancario helvético aunque recalcó que eso no implica amparar el fraude fiscal.
En un encuentro con periodistas, Mirabaud criticó duramente a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) por su ataques en torno al secreto bancario helvético y alegó que esto sucede "porque Suiza es un objetivo fácil de atacar".
Arremeter contra Suiza "no tiene ningún riesgo político. Suiza no tiene un lobby poderoso en Estados Unidos o en la Unión Europea que pueda movilizarse cada vez que se les necesita", afirmó el presidente de los banqueros.
"Como líder mundial de la banca privada, Suiza provoca celos", añadió.
Mirabaud afirmó, tajante, que "el 99,99 de los evasores fiscales no tiene cuenta bancaria suiza", y argumentó que los ataques de los miembros de la OCDE se usan como excusa para desviar la mirada y el control de sus propios ciudadanos.
"Atacando a Suiza, los países de la OCDE descargan sus frustraciones, y además quieren desviar la atención de sus ciudadanos acerca de sus propias carencias y de sus complicados e ineficaces sistemas fiscales".
En relación al hecho de que Suiza aceptó este mes flexibilizar su legislación sobre el secreto bancario y adoptar los estándares internacionales de transparencia en el sector, Mirabaud fue claro en señalar que eso no significa un levantamiento automático del sigilo.
"A partir de ahora no se tratará de hacer un intercambio de información, sino de renegociar los tratados de doble imposición. La privacidad de los clientes no estará bajo sospecha, dado que seguirá siendo protegida por la confidencialidad de los bancos helvéticos hacia sus clientes", agregó.
Y recordó que los banqueros suizos están obligados por ley a no revelar a terceros datos de sus clientes, y que hacerlo constituye un acto criminal.
Por otra parte, Mirabaud quitó peso a la noticia publicada hoy por el diario británico Financial Times sobre el hecho de que algunos bancos privados suizos han comenzado a prohibir a sus directivos viajar al extranjero, incluso a los países vecinos, por miedo a que sean detenidos.
"No es una política oficial. Y yo sigo viajando tranquilamente", concluyó.
Con respecto a la crisis económica, el presidente de los banqueros suizos fue muy escéptico.
"Desgraciadamente no va a terminar rápidamente, es difícil saber hasta dónde va a llegar, porque los problemas son de una magnitud inimaginable". EFE