El necesario despegue para el desarrollo del turismo en el sur del país ha merecido la atención de inversionistas criollos y foráneos. Y no es para menos, pues las bellezas de esta región revelan maravillas prácticamente desconocidas.
La prensa ha sido eco del Plan Estratégico de Barahona, diseñado por la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), que el secretario de Turismo, Francisco Javier García Fernández, ha ensalzado con la promesa, además, de promocionar un plan maestro de desarrollo en la República Dominicana.
“En esa propuesta le hemos pedido que nos prioricen la región sur del país”, afirmó García Fernández, al reflexionar acerca de sus “encantadores escenarios”, en el cual se integra la mayor diversidad “que no tiene otra región del país”.
La República Dominicana se ha propuesto condicionar su destino turístico de acuerdo a la crisis económica actual. En el caso de los Estados Unidos, el mercado pudiera explotarse más en tales condiciones, principalmente con los hispanos, que representan, aproximadamente, el 14% de la población estadounidense, unos 42 millones de personas.
De igual manera, Europa y América, en general, se integran entre reconocidos receptores.
Se habla de trabajar con un Plan Estratégico de Promoción del Turismo y con las inversiones. El secretario de dicha cartera asegura que para afianzar el crecimiento sostenido del sector es preciso diversificar la oferta turística y hacer "inversiones puntales" en la infraestructura de polos turísticos en diferentes regiones.
Pero, hablando de soluciones gubernamentales, en estas mismas páginas se ha tratado el preocupante tema del Lago Enriquillo, donde la construcción del Dique del Canal Trujillo y la limpieza y canalización en la parte baja del río Yaque, resultan acciones imprescindibles que no deben postergarse, sobre todo si se recuerda que la situación podría agravarse con las lluvias de mayo, e inicio de la temporada ciclónica.
Urgen las medidas y no hay que olvidar que centenares de turistas quedaron varados debido a huelga de transportistas en estos días. De manera que, o hablamos un idioma común y andamos en “haz apretado” en las soluciones, o el turismo dominicano no acabará de ser lo que representa y en esencia es: un gran sostén de la economía nacional.
