París, 1 abr (EFE).- El director general delegado de Renault, Patrick Pelata, indicó que los resultados recientes permiten pensar que el fabricante automovilístico francés ha tocado fondo, y que las cosas van "mejor", con un nivel de encargos equivalente al que había hace un año.
"En este momento tenemos casi tantos encargos o tantos encargos como el pasado año" en Europa en los coches de gama inferior, declaró Pelata en una entrevista a la emisora de radio "RTL".
Indicó que eso les lleva a pensar que Renault ha llegado "al fondo de la crisis y la empresa se estabiliza", de forma que habrá que acelerar la producción en seis fábricas europeas para responder a la demanda.
Avanzó, poco antes de que se hicieran públicas, que en Francia sus ventas progresaron un 5% en marzo, aunque a continuación matizó que eso no significa que "Renault esté salvado", y que ahora hay que pensar a más largo plazo y prepararse para el fin del efecto de las primas para los compradores de automóviles nuevos que llevan su coche viejo al desguace.
El director general confirmó que el constructor francés comercializará vehículos eléctricos a partir de mediados de 2011, con dos modelos ese año a los que se sumará un tercero en 2012.
Por otra parte, el presidente del fabricante de componentes para el automóvil Faurecia, Yann Delabrière, también señaló que el deterioro de su actividad "parece cesar", en una entrevista publicada por el diario "Les Echos".
"Desde septiembre, mes tras mes las previsiones de los fabricantes no dejaban de revisarse a la baja. Eso ya no ha ocurrido en las previsiones de mediados de marzo recogidas de nuestros clientes: por primera vez la última ha confirmado la del mes precedente", contó Delabrière.
En cualquier caso, matizó que "la recuperación será lenta y progresiva" porque a "una crisis cíclica" del sector del automóvil se ha sumado "una crisis más estructural vinculada a la conmoción del sistema financiero".
Y en el automóvil, "los elementos financieros pesan mucho" teniendo en cuenta que casi el 60% de los coches en el mundo se venden con créditos, con la excepción de China, argumentó. EFE