La oposición venezolana dijo que el diálogo con el Gobierno quedó congelado luego que representantes del presidente Nicolás Maduro no asistieran a dos reuniones pautadas la noche del martes.
Pero el mandatario venezolano afirmó en horas de la tarde que la mesa de conversaciones que se instaló a fines de octubre, con la mediación del Vaticano, «seguirá avanzando», pese a las dificultades que dijo existen.
«Puedo confirmar que el Gobierno, de manera irresponsable, congeló el proceso de diálogo al dejar de asistir a dos reuniones de la comisiones técnicas convocadas para anoche (martes)», dijo a Reuters Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Maduro no ofreció explicaciones de esas inasistencias al término de una reunión que sostuvo con el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, otro de los mediadores en el diálogo con la oposición.
«He transmitido de manera amplia y detallada al presidente Rodríguez Zapatero las preocupaciones, las alertas y la necesidad que se salga al paso, siempre, en este proceso de diálogo (…) a actitudes, conductas, que rompen las reglas de juego», dijo Maduro en la televisora estatal desde el palacio presidencial.
«En este momento pudiéramos decir que la mesa de diálogo sigue avanzando», agregó el mandatario junto a Zapatero.
La oposición y el Gobierno de Venezuela iniciaron conversaciones formales a fines de octubre y acordaron establecer mesas técnicas continuas para priorizar el abastecimiento de medicinas y alimentos, en un país sumido en una aguda crisis económica y política.
También acordaron reunirse periódicamente para evaluar los avances de las comisiones. El próximo encuentro estaba pautado para el 6 de diciembre.
Zapatero comentó que «en las próximas semanas» buscará que ambas partes acepten cumplir los acuerdos alcanzados y asuman el compromiso de «desterrar el insulto».
Maduro mostró interés en que el diálogo continúe entre los meses de diciembre y marzo.
En la última reunión, del 11 de noviembre, las facciones firmaron un acuerdo de convivencia y acordaron buscar solución al desacato dictado por la justicia sobre el Parlamento. Para ello, la oposición cedió, y desincorporó a tres diputados objetados por el Tribunal Supremo.
Como gesto a las conversaciones, la oposición también enfrió su agenda de protestas y el Gobierno de Maduro liberó a un puñado de políticos detenidos y considerados por la oposición como «presos políticos».
Sin embargo, el mayor énfasis de la oposición ha estado en intentar presionar al Gobierno para eliminar las trabas que ha puesto el órgano electoral para convocar a un referéndum revocatorio del mandato de Maduro, que culmina a inicios del 2019.
«El Gobierno, utilizando como excusa el debate que se hizo ayer (martes) en la Asamblea Nacional sobre el juicio por narcotráfico donde fueron declarados culpables (los sobrinos de la primera dama), se levanta de la mesa», dijo el líder opositor Henrique Capriles.
«El Gobierno se burla del Papa (…) y queda en evidencia frente al mundo que ellos son los que no quieren diálogo», agregó.
La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, debatió en la víspera sobre la reciente condena de los sobrinos de la primera dama, Cilia Flores, hallados culpables en una corte de Estados Unidos de intentar traficar cocaína para obtener una dinero que ayudaría a su familia a mantenerse en el poder.
Diálogo entre la oposición y Maduro está «congelado»
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